Por Abel González Santamaría
Introducción al libro “Fidel Castro y los Estados Unidos. 90 discursos, intervenciones y reflexiones”, compilado por Abel Enrique González Santamaría, con el sello de Ocean Sur. Fue presentado en la tarde de este miércoles en la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
¿Cómo homenajear a la personalidad más trascendente del siglo XX en América Latina y el Caribe en su 90 cumpleaños? ¿Qué hacer para que las presentes y futuras generaciones profundicen en su pensamiento? ¿Cuál tema abordar de su extraordinaria trayectoria revolucionaria y su prolífera obra? ¿Cómo pudo vencer a un enemigo tan poderoso durante más de medio siglo? ¿Cómo pudo preservar la independencia de la Patria y liderar la construcción del Socialismo junto al pueblo cubano a solo 90 millas de Estados Unidos? ¿Por qué sus ideas han inspirado a millones de personas en el mundo? ¿Quién pudiera ser el autor de este libro?
Muchas interrogantes surgieron en la medida que meditaba, investigaba y soñaba. Transcurría el año 2015 y primeros meses del 2016. Cantos de sirena soplaban desde el Norte, invitación a olvidar la historia, ser buenos vecinos y hermanos. Sin embargo, la esencia del conflicto bilateral entre Estados Unidos y Cuba no ha cambiado. El bloqueo económico, comercial y financiero, la ilegal Base Naval en Guantánamo, los planes subversivos, las transmisiones ilegales de radio y televisión, se mantienen sin variación alguna.
Para entender el nuevo escenario y descifrar los nuevos códigos de encantamiento hacia la nación cubana, revisé 1 546 discursos, intervenciones y reflexiones de Fidel Castro Ruz, porque —como dijera el Che— «tiene como nadie en Cuba, la cualidad de tener todas las autoridades morales posibles para pedir cualquier sacrificio en nombre de la Revolución» y quien hizo realidad las ideas del Maestro «de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América».
Disfruté cada lectura, recibí la mejor clase de historia, el mejor curso de ciencia política y anhelé estar junto a él en cada uno de esos momentos. De ahí que seleccioné cronológicamente fragmentos de 90 discursos, intervenciones y reflexiones del líder histórico de la Revolución Cubana sobre los Estados Unidos, desde su discurso del 1ro. de enero de 1959 en Santiago de Cuba, hasta su intervención el 19 de abril de 2016 en la clausura del VII Congreso del Partido Comunista de Cuba en La Habana.
Para contribuir a la lectura del libro se estructuró por décadas y seleccioné por cada año uno o dos discursos, en los cuales Fidel, en diferentes escenarios y sobre diversos temas, abordó la historia de la nación norteamericana, sus orígenes, la raíz étnica y cultural, el sistema político y económico, el comportamiento de sus diferentes gobiernos en la arena internacional, y el conflicto entre Estados Unidos y Cuba.
De 1959 al 2016 ocuparon la Casa Blanca 11 presidentes norteamericanos: Eisenhower, Kennedy, Johnson, Nixon, Ford, Carter, Reagan, H. Bush, Clinton, W. Bush y Obama. Todos sus gobiernos, sin excepción, intentaron destruir la Revolución Cubana y emplearon los más diversos métodos para conseguir sus propósitos, incuso aquellos de carácter violento. Quizás no exista ninguna otra nación en la historia que haya resistido durante casi 60 años a las agresiones de una potencia tan poderosa como Estados Unidos en su obsesión de reconquistarla.
Lejos de destruir el sistema político cubano mediante la hostilidad y los instrumentos más agresivos, provocaron el rechazo mayoritario de la población que resistió y dio su apoyo incondicional a la dirección histórica de la Revolución en la defensa de la soberanía nacional y en la construcción del Socialismo. Ante el fracaso de sus pretensiones, el presidente Barack Obama decidió iniciar un proceso de reajuste en la política estadounidense hacia Cuba, que trascendió públicamente con los anuncios del 17 de diciembre de 2014, cuando declaró un «nuevo enfoque», que hasta el momento ha permitido el restablecimiento de las relaciones diplomáticas. También se debe reconocer que en los diferentes periodos de historia común entre ambos países, han existido simpatías hacia el pueblo cubano de diversos sectores de la sociedad norteamericana.
Está demostrado que el establishment ha aplicado combinaciones de métodos, desde los más agresivos hasta los más sutiles para tratar de dominar a Cuba: intentos de compra y anexión; intervención armada y ocupación militar; imposición de un apéndice de la Constitución; usurpación de su territorio e instalación de base militar permanente; establecimiento de regímenes dictatoriales; realización de acciones de sabotajes; terrorismo; organización de atentados contra sus principales dirigentes; bloqueo económico, comercial y financiero; campañas de difamación; aislamiento internacional y regional; planes de desestabilización; transmisiones radiales y televisivas ilegales; creación y financiamiento de bandas armadas y grupos contrarrevolucionarios; y ejecución de programas subversivos con el empleo de las tecnologías de la información y las comunicaciones.
Durante los cincuenta y ocho años transcurridos desde la Revolución triunfante es impresionante la profundidad de Fidel en sus análisis, sus ideas, sus convicciones, su patriotismo y su antiimperialismo. Fue quien inició la transformación cultural de la sociedad cubana y dio a la Revolución un contenido ideológico. A las generaciones de cubanos nacidos bajo los rigores que impone el bloqueo y la hostilidad imperial —que representa el 77% de la población actual— les ha trasmitido un conjunto de valores humanistas universales de contenido social, ético, cultural e ideológico, como el patriotismo, el internacionalismo, la solidaridad, el respeto a la igualdad de hombres y mujeres en deberes y derechos sociales, la igualdad racial y de género, entre otros.
De ahí que ha conquistado los corazones no solo de la gran mayoría de los cubanos, sino también de los pueblos del mundo. Fidel es la voz de los «sin voz» y es la esperanza de los humildes. Su figura trasciende fronteras, distancias, creencias. Es respetado por sus adversarios políticos y querido por millones de hombres y mujeres en todos los continentes. Siempre ha respetado al pueblo norteamericano, sin predicar ningún tipo de odios nacionales. Su conducta está basada en principios y en ideas, y ha educado al pueblo cubano a tratar con gran respeto a cada ciudadano estadounidense.
En una magistral síntesis, en conmemoración del 45 aniversario del desembarco de los expedicionarios del Granma, el General de Ejército Raúl Castro Ruz, definió al líder histórico de la Revolución Cubana: «Fidel es como el Martí de hoy, el Maceo de hoy, el Mella de hoy. No me refiero a las personalidades que siempre son únicas e irrepetibles, por lo que carecen de sentido las comparaciones; hablo del papel que le ha tocado desempeñar en los últimos 50 años. Ha sabido aprender de nuestra historia y actuar con similar talento político y capacidad organizativa que el artífice del Partido Revolucionario Cubano y la Guerra Necesaria; rescatar para estos tiempos, también difíciles, peligrosos y complejos, la intransigencia de Baraguá y el genio militar del Titán de Bronce; trasladar a las actuales circunstancias las ideas avanzadas y el dinamismo del fundador de la FEU y del primer partido marxista-leninista».
Solo deseo que el lector, al adentrarse en sus páginas, se estimule por buscar y estudiar el contenido de los discursos íntegros de los 90 que compilamos y continúe investigando sobre toda su obra; que este texto constituya una valiosa herramienta para las presentes y futuras generaciones para continuar defendiendo a la Revolución Cubana, los procesos progresistas en el Tercer Mundo y no dejar morir las ideas del Maestro. Espero que coincidan que el mejor autor que puede tener este libro es el eterno Guerrillero del Tiempo Fidel Castro Ruz.
FUENTE: CubaDebate
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