Entrevista a José Antonio Castorina
En el número 10 de IdZ publicamos una
parte de la larga charla que tuvimos con José Antonio Castorina sobre Piaget,
Vigotsky y la dialéctica. Para seguir profundizando en el tema, presentamos
ahora la versión completa de la charla, que duplicó a la publicada, donde se
amplía la apreciación de la dialéctica en las distintas tradiciones de la
psicología, las lecturas que se han hecho de Vigotsky, las coincidencias y
diferencias entre las obras de Vigotsky y Piaget y distintos aportes de Rolando
García a esta discusión. Agradecemos una vez más al entrevistado por el tiempo
y el entusiasmo que dedicó a esta importante discusión.
IdZ: En tu libro Dialéctica y psicología
del desarrollo, escrito con Baquero, planteás que en el pensamiento
contemporáneo predomina el escepticismo respecto de una orientación
dialéctica, ya sea para abordar el proceso de conocimiento, de la historia, de
las luchas sociales. ¿A qué responde?
A mi modesto entender, el problema tiene
que ver básicamente con la historia de la dialéctica estalinista. Lo que se
hizo de la dialéctica en los manuales de la URSS, lo que muchos intelectuales
consideraban como dialéctica, era una especie de caricatura, que fue aplicada
sin ningún tipo de relación específica con los procesos que se estudiaban; la
dialéctica aterrizaba sobre los campos disciplinarios y había que encontrar
allí los procesos dialécticos. Ese camino llevó a una especie de callejón sin
salida porque la investigación psicológica tuvo una serie de dificultades para
pensar particularmente el desarrollo. También en las ciencias sociales hubo
algunos ecos de tal caricaturización. Lo que intentan Vigotsky y Piaget por su
lado, y mucha otra gente, es una recuperación de la dialéctica, pero –después
habría que discutirlo– de las dialécticas, porque es difícil hablar hoy de la
dialéctica en el sentido clásico del término. Es probable que haya que hacer
una serie de consideraciones muy específicas respecto de las modalidades que
adopta el pensamiento dialéctico cuando se trabaja en campos diferentes,
habida cuenta de que inclusive en la historia del pensamiento la dialéctica
tiene muchas interpretaciones diferentes; es difícil encontrar un significado
común a las maneras en que se ha concebido al pensamiento dialéctico, desde el
taoísmo chino hasta las corrientes posmarxistas, la escuela francesa, la
italiana, la Escuela de Frankfurt, etc.
En el caso particular de la psicología,
creo que tiene que ver, además con otra razón, que es que el pensamiento
anglosajón, dominante en el campo de las disciplinas psicológicas que van desde
la psicología social hasta la psicología del desarrollo, ¡hay tantas variantes
disciplinarias! Las corrientes que predominaron en muchas de ellas han sido
corrientes asociadas a la perspectiva anglosajona, que está clásicamente muy
asociada, primero, al positivismo, que repudió a la dialéctica como un
pensamiento puramente a priori y especulativo; y después a una versión más
naturalizada de lo psicológico, una reducción de la vida psicológica al
funcionamiento cerebral y la evolución biológica. Por lo dicho, la dialéctica
no formó parte de este marco de pensamiento, más bien todo lo contrario.
En el caso de la psicología del
desarrollo –una corriente que tiene su origen parcialmente en Piaget, en
Vigotsky, en Valsiner, en una serie de pensadores contemporáneos– diría que en
los últimos 15 años ha empezado a asumir un enfoque filosófico-dialéctico en un
sentido amplio del término, que intenta superar las dicotomías básicas dentro
de las cuales se movió la psicología durante décadas. El pensamiento dialéctico
no tuvo mucha importancia porque, como trasfondo, la manera de hacer psicología
era asumir un punto de vista que yo llamo una “filosofía de la escisión”: la
naturaleza está separada del individuo, la sociedad, las representaciones sobre
el mundo, la práctica o el mundo de los significados, todo disociado. El
trabajo sobre un componente de la experiencia psicológica se hacía con
independencia del entrelazamiento de sus otros componentes de la experiencia
psicológica.
IdZ: ¿Eso cambió en los últimos años?
Ha empezado un cambio importante en el
campo psicológico del desarrollo, y en la psicología social, en el campo de las
teorías de las representaciones sociales el pensamiento dialéctico es un
trasfondo fundamental de la teoría de Moscovici, Jodelet, una escuela
extraordinariamente importante hoy donde la dialéctica juega un rol importante.
La explicación de los mecanismos de desarrollo hace que la dialéctica sea
imprescindible, porque sin algo parecido a la dialéctica no podemos entender
cómo aparecen las novedades, los cambios profundos, las transformaciones, las
discontinuidades, el desarrollo del lenguaje, del conocimiento, de los
conceptos, de la forma de razonamiento. Estoy hablando del mundo de la investigación
académica, no estoy diciendo que esto se haya transferido sin más a la vida
universitaria. No necesariamente.
IdZ: Incluso en el caso de Vigotsky se
hacen lecturas más pragmatistas…
El caso de Vigotsky es un caso muy
interesante. Las ediciones de sus obras fueron hechas primero en inglés,
especialmente los libros. Y fue parte del proceso de la Guerra Fría, entonces
los traductores cortaron pedazos muy importantes, sobre todo en el libro
Pensamiento y habla, e Historia del desarrollo de las funciones psíquicas
superiores. En esos libros la palabra dialéctica, Hegel, Marx, Engels,
prácticamente fueron cortadas. Entonces la mirada que se tuvo desde el centro
del mundo, que son los americanos, era un Vigotsky que había introducido lo social en la formación del
psiquismo humano, pero no había una profundización sobre la dinámica de esa
apropiación de la cultura que hacían los sujetos, por la cual se constituían.
Luego, las corrientes posmodernas se han
apropiado fuertemente del pensamiento de Vigotsky, han hecho un rechazo
explícito de la dialéctica, como Matusov, que es un exiliado ruso, o Rogoff;
son pensadores muy importantes en el campo psicológico que han rechazado una
categoría central del pensamiento de Vigotsky por considerarla asociada en
parte a la dialéctica, que es un pensamiento absolutamente inútil. La idea de
que cuando alguien interioriza la cultura se convierte en vida
intrapsicológica, la idea vigotskiana de que lo intra y lo extra existe solo en
su relación, no hay cultura sin individuo que se apropie de ella y no hay
individuo que la constituya. Estos autores consideran que eso es un dualismo
porque sigue habiendo un afuera que impacta sobre un adentro, entonces hay que eliminar
la interiorización en Vigotsky y hablar de participación, partidas colectivas…
Tienden a borrar los componentes que se contradicen. Si hablo de sujeto estoy
volviendo a la psicología clásica, dicen ellos, si hablo de objeto también. La
relación sujeto-objeto, o individuo-sociedad, no está considerada en un
entramado de componentes que son efectivamente antagónicos por momentos; es una
especie de noche donde todos los gatos son pardos, no hay distinción, no hay
elementos contrapuestos que se conectan, hay conexión pero sin saber de qué.
Esto es un poco lo que hacen los
contextualistas, también se hace mucho en lingüística, la idea de textualidad
radicalmente formulada, el narrativismo. En el campo de la psicología del
desarrollo, estas versiones del construccionismo social han hecho de Vigotsky
una especie de contextualista contemporáneo, no un pensador dialéctico. Eso hay
que debatirlo, porque sin duda hay que revisar aspectos de Vigotsky como de
cualquier otro investigador, pero yo creo que hay componentes sin los cuales la
obra deja de ser lo que es. Para mantener cierto vigotskianismo, en algún
sentido del término, tiene que quedar un componente nuclear de la historia; y
uno de los componentes nucleares, aunque no el único, es la idea de metodología
dialéctica que utilizó para construir la teoría.
IdZ: A lo largo del libro señalás que ni
Marx, ni Vigotsky ni Piaget entendían la dialéctica como un proceso
teleológico, algo que ha sido una crítica habitual a los enfoques dialécticos
por su ascendente hegeliano. A su vez señalás el carácter retroductivo del
proceso de conocimiento, algo que también señala Marx en los Grundrisse. ¿Cómo
se relaciona este carácter retroductivo con una visión no teleológica del
desarrollo cognoscitivo?
Sobre el problema de la dialéctica, hay
grandes filósofos contemporáneos que han hecho una dura crítica –Deleuze,
Foucault, el propio Negri– porque ven en la dialéctica una especie de a priori
hegeliano, un proceso unívoco que tiene una direccionalidad definida que es ineluctable;
tal enfoque no permite la creatividad de las acciones en la sociedad, no hay
posibilidad de cambio ninguno, etc. Pero creo que ahí está el problema de la
dialéctica: cómo poder cambiar el enfoque sobre esta categoría, desde dónde
considerarla, pensando sobre todo en la investigación, que es de lo que puedo
hablar. Cosa que Trotsky mismo dijo en En defensa del marxismo: la idea de que
sin la investigación científica la dialéctica no se puede encontrar en los
libros de Hegel y de Lenin, hay que reelaborarla en función de lo que la
investigación científica nos va mostrando.
En el campo que nosotros nos movemos, y
también lo dirían muchos marxistas actuales, las contradicciones se dan en
contexto, entonces, bajo el cúmulo de condiciones, de situaciones en las
cuales se dan los conflictos, las contradicciones se resolverán o no. La idea
de que las contradicciones se resuelven inevitablemente y que esa resolución
es superadora, todo eso es una caricatura, en la obra de Marx no hay nada de
esto. La unidad de contrarios abre un abanico de soluciones posibles, solo en
determinadas condiciones se puede realizar un proceso determinado dentro de
la totalidad social, bajo otras condiciones históricas, no se realizarían.
Otra cosa es el discurso de Marx metafórico, utópico, que es inevitable porque
es un teórico de la política y tenía que hacerlo, era un comprometido en la
lucha política. Pero si analizás la obra científica de Marx, lo que Marx
plantea es un proceso dialéctico, que es una especie de resumen reconstructivo
de la realidad histórica y de ninguna manera está determinada intrínsecamente
en una dirección determinada. Una versión teleológica creo que en la dialéctica
es inaceptable, y uno podría muy bien enfrentarse con estos críticos mostrando
cómo en procesos contextualizados en la historia del pensamiento, e inclusive
de la historia política, no hay ese apriorismo de los manuales de dialéctica.
Pero yo creo que en Piaget a veces, en
los estudios psicogenéticos, aunque él se opone al teleologismo, al proceso de
equilibración constructiva le da un aire un poco inmanentista, porque es
propio, individual, que va reformulando las diferencias y va articulando los
conceptos; pareciera que ese proceso es una tendencia al equilibrio más avanzado.
En cambio si lo ves desde el lado del último Piaget –sobre todo las
perspectivas de García del sistema complejo–, todo sistema cognoscitivo, por
más que tenga una cierta interioridad, una cierta especificidad como proceso
de conocimiento, está bajo condiciones de contorno –diría un físico–, bajo
condiciones de otro sistema que es el sistema social, que interviene poniendo
límites y haciendo posibles la elaboración de los procesos cognitivos. En esas
condiciones sociales, sobre todo el marco ideológico, las contradicciones, los
conflictos, no van necesariamente para un lado, sino que quedan restringidos
por el contexto en que se plantean; no hay una interioridad teleológica.
En ese sentido es que yo creo que hoy
estamos en condiciones de defender decididamente una dialéctica no a priori. No
quiere decir que la dialéctica salga de la experiencia, yo no soy un
inductivista; pero en un dialogo entre la investigación teórica, la reflexión
filosófica y el trabajo empírico de los investigadores, se puede ir mostrando
que los procesos dialécticos, según la modalidad que adquieran, tienen una
característica de cierta incertidumbre.
Lo retroductivo quiere decir que todo
proceso de estudio de un desarrollo, de la formación de un objeto, en este
caso, de un fenómeno como el conocimiento, parte del punto acumulativamente
final en que te encontrás, y lo que el investigador hace es una reconstrucción
de los procesos que llevan de estados de equilibrio relativo, anteriores, a los
estados uteriores. Cualquier estudio que no sea retroductivo no puede ser
dialéctico, porque queda detenido en la estaticidad, en el fenómeno tal como se
le presenta. Creo que Marx hace eso cuando estudia la formación del dinero…
IdZ: De la categoría más compleja a la
más simple, dice, y eso es lo que a veces hace que “parezca” teleológica dice
en El capital…
El misterio del hombre no está en el
mono, está en el hombre mismo, el mono se explica desde la humanidad. Pero sí,
la versión teleológica ha sido sumamente asociada con la dialéctica, se la
asoció así: “tarde o temprano la lucha de clases nos va a llevar al
socialismo”. Pero ¿qué quiere decir eso? ¿Qué la revolución viene sola? Si no
hay lucha, si no hay condiciones completas, si no hay conciencia crítica, si no
hay práctica política, si no hay organizaciones, las contradicciones no se
resuelven.
IdZ: Los dos autores que estudian en el
libro han buscado delimitarse, por un lado, de un empirismo que considere la
actividad del sujeto como una pasiva reproducción de los procesos objetivos, y
a la vez, de cualquier tipo de apriorismo o innatismo que sencillamente aplique
a los fenómenos estudiados las categorías del sujeto. ¿Cuál sería entonces la
relación entre el sujeto de conocimiento y su objeto?
En realidad en Vigotsky no hay una
relación clara entre sujeto y objeto, porque Vigotsky no se propone hacer una
epistemología como teoría del conocimiento, como se puede ver en Piaget. Sin
duda, hay reflexiones epistemológicas sobre las condiciones de la investigación
psicológica, entre ellas las referidas a
la dialéctica como una perspectiva metodológica, o las relaciones entre
investigación y marco ideológico. Su declarado intento de utilizar el
materialismo histórico y la metodología de El capital en su propia obra
psicológica, “El Capital dela psicología” como decía él en el famoso libro El
significado histórico de la crisis de la psicología. Pero el objetivo de
Vigotsky fue elaborar una teoría de la constitución de las funciones
psicológicas, y entonces su núcleo de problemáticas está en la relación entre
individuo y cultura; el mundo está mediatizado por la cultura, y todo lo que es
cultura en Vigotsky son las prácticas sociales culturales. Con las limitaciones
que tiene la noción vigotskiana de cultura –porque es una cultura donde no hay
clases, no hay valores, son instrumentos puramente semióticos–, en ese proceso
se constituye la subjetividad. En cambio Piaget habla de sujeto-objeto porque
está en la tradición kantiana y en la tradición de la teoría del conocimiento.
Piaget pretende hacer una epistemología y entonces la relación sujeto objeto
tiene un peso mayor. Esto no quiere decir, insisto en que Vigotsky no haya elaborado como epistemología
“interna” de la psicología, las primeras
reflexiones que explicitan el marco filosófico que está supuesto en la
investigación psicológica.
IdZ: Él dice –figurativamente– que la
dialéctica mide en kilómetros pero después hay que buscar los conceptos
específicos de cada ciencia para medir en centímetros…
Hay que realizar la investigación
empírica. La dialéctica dirige el proceso metodológico de la construcción de
una teoría psicológica en Vigotsky. Desde ese punto de vista, él hace una
epistemología: rechaza el empirismo de observación sin estructuración teórica,
pero hay por momentos una defensa de la teoría del reflejo – muy discutible hoy
en filosofía, yo diría que no se sostiene en la argumentación-. Hay una
epistemología, pero su obra no está dirigida a crear una teoría epistemológica
empírica, en cambio en Piaget sí. Lo cual no hace a uno mejor que el otro,
simplemente son dos problemáticas. Cuando se compara a los dos, da la impresión
de que fracasa el intento de buscar las incompatibilidades entre los autores,
que no se ha podido precisar cuál es la problemática alrededor de la cual
ellos trabajaron. Sin embargo, aunque las problemáticas son diferentes, el
marco epistémico que preside la elaboración de las respectivas teorías es un
enfoque dialéctico, de donde es posible hablar de una compatibilidad entre los
estudios, en su diferencia. No puedo extenderme sobre este punto, pero es el
marco epistémico compartido lo que permite articular las indagaciones de ambos
pensadores.
Yo creo que Piaget hacía una
construcción interesante. Hay un déficit en la teoría piagetiana, que es que
la cultura interviene poco o casi nada en su teoría. Su gran contribución es
mostrar que la acción es constitutiva de conocimiento: conocimiento no es
copiar el mundo, no es representárselo, sino es transformarlo. Pero es una
acción pensada desde el niño o individuo que conoce, aunque siempre pensó en
una correspondencia entre el avance individual de las ideas y las
modificaciones en las relaciones sociales. Su principal contribución es la
construcción individual de los sistemas de conocimiento, pero no avanzó sobre
la intervención de las condiciones sociales sobre la acción cognoscitiva.
Solamente en el final de su obra, y bajo la influencia de García, dicha
intervención se vuelve interesante: toda actividad cognoscitiva, aunque
mantiene su propia dinámica, está fuertemente condicionada por las concepciones
del mundo y las representaciones sociales. Justamente, la obra de García
-particularmente –El conocimiento en construcción– pone de manifiesto que
los cambios en las teorías científicas son simultáneamente transformaciones en
el marco ideológico, que limitan y posibilitan la producción del conocimiento.
La ciencia no se limita a romper con la ideología, como se pensaba en tiempos
althuserianos, se transforma posibilitada y también obstaculizada por las
concepciones del mundo. Pero entonces la relación sujeto-objeto es una relación
que está unida por la acción, no hay objeto y sujeto como términos, como
entidades autosubsistentes, sino que dialécticamente existen porque son polos
de la acción sobre el mundo. Desde ese punto de vista en Piaget hay una visión
original, que los psicólogos no han seguido porque por lo general han tomado el
lado evolutivo de la teoría de Piaget y no el lado de los mecanismos
explicativos del cambio de los conocimientos, tanto en la ciencia como en la
psicogénesis, de las preguntas epistemológicas de fondo que él se hizo.
Lo cual es la grandeza y la miseria de
la psicología de Piaget, porque tiene límites muy serios, porque está
totalmente pendiente de la resolución de los problemas epistemológicos. Por lo
tanto, hay muchas dimensiones importantes aún del conocimiento que a Piaget no
le importan. Pero esta manera de ver de Piaget las relaciones sujeto-objeto le
permite pensar de entrada en una idea de construcción que se pone en las
antípodas de las perspectivas empiristas e innatistas.
La investigación no es solamente una
investigación positivista de tomar datos y hacer análisis de datos. Es una
investigación que está asociada con una perspectiva teórica, y con un
presupuesto filosófico que está atrás, pero que entre sí interactúan. Entonces
la dialéctica es también un presupuesto de la investigación de estos dos
autores. Pero los rasgos que adopta la dialéctica en ambos tiene que ver con el
campo que analizan, y con las modalidades que adopta esa dialéctica, según lo
que la investigación va mostrando. Entonces, la dialéctica está lejos de ser
una receta o, lo que fue para muchos marxistas, una metafísica. Entonces,
¿dónde encontramos procesos dialécticos? En los campos del mundo humano que se
transforman, en los sistemas, en un lenguaje actual, en los sistemas abiertos,
en las relaciones con diferencias y antagonismos que los constituyen, que puede
haber aspectos dialécticos, y hay que analizarlos con mucho cuidado, en un
juego entre la investigación empírica, la construcción de teorías, y la
reflexión filosófica. De lo contrario, se tiene la impresión de que el problema
dialéctico, como el problema sujeto-objeto, queda en un nivel puramente
especulativo.
IdZ: Por lo que decías sobre Vigotsky
respecto a las clases sociales en su investigación. Si bien es una vía que no
está explorada, él se la pasa diciendo que la subjetividad con la que nos
enfrentamos es una abstracción de las posibilidades que existirían en una
sociedad socialista, sin clases sociales. Y por ejemplo cita un fragmento de
Spinoza en el sentido de que la subjetividad que encontraremos ahí se va a
parecer tanto como se parece la constelación del perro al perro, animal de
cuatro patas. O sea que el cambio en las condiciones sociales va a dar lugar a
la expresión de nuevas potencialidades psicológicas.
Es cierto, pero yo me refiero a otra
cosa: cuando Vigotsky habla de cultura, la cultura queda reducida a
instrumentos culturales, no hay valores. Eso se debe a una razón, creo yo, y es
que el estalinismo sospechaba de Durkheim. Durkheim es el creador de una teoría
de la conciencia o de la representación colectiva que luego toman los
psicólogos sociales, y la reformulan como representación social. Pero claro,
hablar de “conciencia colectiva” era para los marxistas de entonces un idealismo
filosófico, porque todo estudio que hicieras que no estuviera ligado a las
condiciones sociales de las relaciones de producción y las fuerzas productivas,
era idealista. Vigotsky algo insinúa en los primeros capítulos de Pensamiento y
habla… Nada de eso aparece en la obra de Vigotsky, porque tiene una mirada muy
restrictiva del concepto de cultura. Lo cual no quiere decir que no le haya
servido, y muy bien, para reformular la psicología, como instrumento
fundamental para operar una ruptura epistemológica en la psicología del
desarrollo.
Eso es un ejemplo de como uno tiene que
ser muy cuidadoso. Uno puede mostrar lo que no está en la obra de Vigotsky, lo
cual para nada subestima que su propia versión de “cultura” le fue lo
suficientemente apta como para hacer una ruptura epistemológica con la
psicología de su tiempo, de eso no cabe duda. Pero mirando el decurso de la
obra de Vigotsky, se ve que ahí falta algo: las instituciones sociales no
están. La cultura para Vigotsky son el lenguaje, el grafismo, pueden ser
instrumentos técnicos, no sólo simbólicos –él estaba muy fascinado con la
tecnología norteamericana–. Era un representante del pensamiento moderno, no lo
vamos a negar. Piaget también, creía que la ciencia era el saber máximo al que
la humanidad podía llegar, era un cientificista. Vigotsky no tanto, pero hacía
a veces un orden demasiado jerárquico entre saberes cotidianos y saberes
científicos. Si él hubiera podido diversificar el concepto de cultura, a lo
mejor hubiera visto cosas que no pudo ver.
IdZ: En la entrevista que le hacen con
Marcelo Claros a Rolando García, hace ya unos años, hay un intercambio en que
se diferencian los marcos epistémicos que condicionan los desarrollos
científicos, a modo de cosmovisión que influye en la manera de encarar los
fenómenos, de la “ideología” entendida como falsa conciencia que de ellos puede
desprenderse. ¿Por qué la noción de marco epistémico, si se toma como absoluta,
lleva al relativismo? ¿Por qué una noción adecuada de éste puede ser productiva
como crítica, como se cita en el caso del marxismo?
Viene a cuento de lo que estábamos
conversando sobre la relación entre teoría, investigación empírica y marco
filosófico. En estos momentos mis trabajos son sobre epistemología de la
psicología, y mi objetivo es mostrar que el marco epistémico no determina la
construcción de una teoría científica, sino que la condiciona. No podés decir
que la física de Newton es verdadera porque se apoya en el concepto epistémico
de ley natural. Ese concepto, proveniente de una teología anglicana, se
constituyó en el sentido común inglés gracias al cual pudo Newton construir su
teoría y, a la vez, su propia teoría fue leída en los púlpitos de las iglesias
anglicanas…. Que sea condición de posibilidad no determina la calidad de la
ciencia que se constituye a partir de ella. Si se quiere dar credibilidad a
la teoría de Newton, y otro tanto se diría de una teoría social o psicológica,
hay que apelar a los métodos consensuados por la comunidad; tenés que apelar,
seguramente, al análisis de datos, a la formulación de hipótesis, a la prueba
de las hipótesis, etc. Hay un mundo social constituido en las comunidades
científicas, con sus propias reglas consensuadas de prueba y elaboración
metodológica, distinguibles de los debates ideológicos, que son los que hacen
que una teoría se pueda verificar. Inclusive, con un marco epistémico que vos
podés rechazar, puede haber ciencia: los psicólogos cognitivos tienen un marco
epistémico naturalista, desde el cual el mundo no es más que materia natural
-con el que yo discrepo-, sin embargo, ese marco ha permitido que hayan
desarrollado algunos campos de la psicología que hoy son imprescindibles. La
teoría de la memoria de largo y de corto plazo, y la idea de estrategia de
resolución de problemas la inventaron los cognitivos, y yo no te diría que eso
no es científico… pero su marco epistémico no les permite plantear ciertos
problemas, ahí está el punto. Los marcos epistémicos condicionan tu cabeza de
tal manera que hay problemas que vos no te podés plantear, y con una serie de
herramientas metodológicas podés llegar a armar hipótesis aceptables, o no.
Pero el marco epistémico no dice si tu teoría es aceptable o no, sino que pone
un contexto dentro del cual vos podés pensar. Vigotsky pensó dentro de un
contexto marxista y sobre todo, dentro de un contexto dialéctico, pero la
veracidad de su teoría no es porque usó la dialéctica, sino porque tomó las
experiencias con los chicos en la escuela, puso a prueba la tesis de la zona de
desarrollo próximo, etc. Ahí tuvo que estudiar empíricamente.
Entonces, hay un grado de relativa
autonomía de la práctica de la ciencia, tanto en la ciencia “dura” como en la
ciencia “blanda”, con sus diferencias, que no se deduce del marco que
aceptaste. Si no ahí viene la ideologización: “porque soy un marxista, hago
tal psicología”. Y al revés, al negar que haya marco epistémico, hacés una
ciencia cientificista que no puede mostrar sus condiciones sociales de
producción, y los límites ideológicos que hay. El relativismo sería decir que,
como hay muchos marcos epistémicos, la ciencia que se hace dentro de cada marco
epistémico vale. ¿Cuál es mejor? No se puede saber, porque se está encerrado
dentro.
IdZ: En la entrevista García dice que el
marco epistémico es relativamente inconsciente y mostraba un límite difuso con
la ideología, mencionan el ejemplo de los economistas neoliberales, que dan el
mercado como dado.
Sí, García toma la ideología a su
manera. Para él es una concepción del mundo, una weltanschauung –en alemán–. En
ese sentido, es aceptable también, pero a veces está asociado a algo que García
no ve del todo –aunque algo señala en ciertos lugares–, que es el hecho de que
esas concepciones del mundo también están ligada a relaciones de poder. Y en
ese sentido, algunas permiten velar la estructura y la dinámica social.
Es sentido común, lo que Bourdieu
llamaba el “sentido común de los académicos”. Yo creo que son categorías que
hay que asociar. Efectivamente, es implícito: si yo soy un neurocientífico, yo
tengo en mi cabeza una filosofía naturalista, yo creo que el mundo es
naturaleza; y todo estudio termina por ser explicado por el funcionamiento de
las neuronas. Pero desde el punto de vista de la legitimación de las relaciones
sociales, el naturalismo tiene el rol de velar las diferencias de clases y las
desigualdades de la sociedad, porque si todo lo que hay entre los seres humanos
es naturaleza, pues entonces no tenemos ninguna explicación específica para la
sociedad: los seres humanos son seres que no están constituidos dialécticamente
entre la biología y la sociedad y la cultura, sino que son naturaleza pura; la
cultura es una exterioridad que puede influir, pero que no es constitutiva; esa
es su tesis. Hasta ahí se ve la ausencia de la dialéctica. También la
explicación puramente culturalista lleva a una visión idealista muy fuerte: por
ejemplo, desconocer que la mujer es explotada en tanto cuerpo de mujer, y
cuerpo es biología. Esa filosofía de base es un marco epistémico que yo creo
que es muy fuerte en las ciencias sociales. García no habla de eso, el habla de
las leyes naturales, del infinito, de la concepción organicista de Giordano
Bruno, o del organicismo chino. Pensá que García en el fondo está pensando en
las ciencias duras. Piaget y García siempre pensaban en las matemáticas, en la
geometría, en la física, y un poco en la biología, pero no pensaron
sistemáticamente en las ciencias sociales.
Pero la idea de marco epistémico es muy
rica, porque los historiadores de la ciencia en general no han hablado de estas
cosas. Han hablado de la institución científica, de la práctica en el
laboratorio; han hecho muchas consideraciones muy ricas, de hecho hay toda una
escuela, la famosa Escuela de Edimburgo de historia de la ciencia, y sus
adláteres, que han desarrollado estudios fascinantes que muestran las
relaciones de poder que están comprometidas en las actividades de las
comunidades científicas, de los laboratorios, etc. Pero la idea de que una
concepción del mundo está tamizando, o condicionando la elaboración de la
ciencia es algo que no está en casi nadie, una contribución interesante de
García.
IdZ: En El conocimiento en construcción
trata de explicar cómo en Occidente se desarrolló la mecánica y en Oriente el
magnetismo, por ejemplo, por una visión organicista…
¡Exacto! Y no había mecánica porque en
una visión donde todo era dialéctico, no podía haber inercia. Y esa es la otra
contribución interesante: que no todo es dialéctica. Que vos no estás
cometiendo un pecado si decís que no todo es dialéctica. Porque hay niveles del
desarrollo de cualquier proceso que son de relativa estabilidad, donde lo que
funciona ahí es una lógica formal. Yo en este momento estoy discutiendo con vos
y estamos usando argumentos que no son dialécticos; ahora, la dialéctica se usa
para entender cómo mi cabeza cambia en una cierta dirección: es la
estructuración de las ideas lo que es dialéctico. Pero los niveles del
conocimiento están regidos por una lógica formal, discursiva, como le llamaba
Kant.
IdZ: Trotsky dice que la dialéctica no
quiere decir “todo cambia, todo fluye todo el tiempo”. Dice “todo fluye, pero
no por fuera de sus márgenes; la vida va creando sus propios márgenes para
después romperlos”, hay saltos de cantidad en calidad.
Ese es el aspecto de la dialéctica al
cual Trotsky le dio más importancia. En Trosky esto es un poco elemental, por
momentos parece reduccionista, por momentos parece muy cercano a la teoría de
sistemas actuales. Nada se puede leer por fuera del contexto en el que está
pensado; hay que ver contra quién discutía Trotsky, así como contra quién
discutía Engels…
IdZ: Y en ese momento contra Max Eastman
que había dicho que la dialéctica era una especie de animismo que a lo sumo
servía para tener un pensamiento más flexible… Pomper, que fue el que publicó
estos textos en inglés, destaca que en Trotsky tiene mucho peso una visión de
cierta estabilidad que se rompe “catastróficamente”, y muchos de los ejemplos
son de la historia de la ciencia. Otros autores relacionan la idea de
“desarrollo desigual y combinado” con el problema del surgimiento de lo nuevo…
Hoy se trabaja en la idea de sistema
dinámicos sobre todo en la sicología del desarrollo, en la emergencia de
novedades. Allí hay lugar para la interacción de subsistemas, entre las
estructuras de conocimiento en su proceso constructivo y sus condiciones
sociales, por ejemplo. Piaget y sobre todo García, se colocan en esta línea (el
libro de García Los sistemas complejos, lo muestra claramente). Se puede pensar
que el materialismo está muy ligado a este enfoque de las transformaciones de
sistemas abiertos, se puede pensar en la compatibilidad de la dialéctica con el
estudio de sistemas dinámicos. Que los procesos de auto organización, de los
sistemas abiertos que se reformulan como totalidades, involucran instancias de
transformación, de dialectización. Es un
tema fascinante, pero merecería una discusión pormenorizada que no podemos
desarrollar aquí. Y sobre todo, habilita a tener cuidado, ejercer una cierta
vigilancia epistemológica respecto a proyectar –sin más– sobre los procesos
sociales y de adquisición o cambio de conocimientos, modos de pensamiento o
teorías de sistemas, que tienen un origen en campos que no son las ciencias
sociales (pensemos en sistemas abiertos, auto regulación, “complejidad”, entre
otros). Yo no digo que no sean términos válidos, pero su importación al campo
de las ciencias sociales y aún la psicología del desarrollo debe ser crítico.
IdZ: En el caso de Engels, el texto
sobre “El papel del trabajo de la transición del mono al hombre” tiene la
intuición de que el trabajo podía tener una relación como clave evolutiva, que
después reivindica por ejemplo, un paleontólogo como Stephen Jay Gould…
Stephen Jay Gould es uno de los
científicos que defienden la dialéctica en la biología, junto con Lewontin,
Levins y otros tipos más. Lo que pasa es que hay momentos en los que Engels
hace una metafísica: todo es dialéctico, la realidad es dialéctica, la
naturaleza es dialéctica. Es muy simplista y hay gruesos errores. Pero eso se
entiende porque eran pensadores que vivían en una época convulsionada. Yo no
acuerdo con la “dialéctica de la naturaleza”, pero sí entiendo por qué lo
planteó, porque en el mundo alemán estaba la Naturphilosophie, la filosofía
romántica de la naturaleza, que era una visión irracionalista, y del otro lado
el materialismo vulgar y el mecanicismo que explicaba toda la realidad por las
leyes de Newton. En contra de todo eso es que él trata de meter la historicidad
dentro de la naturaleza, hay que mirarlo con ojos más contextualizados.
Para García, el proceso de
transformación del mundo que implica la actividad cognoscitiva de cualquiera
-tanto la ciencia como en el individuo-, en esa actividad de interacción con
el objeto, ahí están los procesos dialécticos, pero no en las cosas en sí
mismas, no hay una dialéctica ontológica, en ese sentido. Lo que está en
discusión es si es una dialéctica del mundo en sí mismo lo que estamos
capturando o son modelos de interpretación que podemos leer dialécticamente.
En otras palabras, para Engels la dialéctica del pensamiento reflejaba la dialéctica
del mundo objetivo, donde se incluía la naturaleza.
IdZ: Piaget y García, cuando hablan de
los procesos cognitivos, dicen que hay una continuidad entre la biología y la
explicación sobre de los sistemas complejos. ¿Cuál sería la diferencia entre eso
y la dialéctica de la naturaleza?
Ellos no hablan de contradicciones en el
desarrollo de la vida, hablan de un proceso de complejización de los fenómenos
de la vida y de que hay procesos de autorregulación que se continúan en los
procesos cognoscitivos. Ahora, tanto Piaget como García la dialéctica la usan
sólo para pensar términos de la actividad cognoscitiva, donde está el hombre
metido adentro con su significatividad del mundo, ahí se puede hablar de
dialéctica. En gran parte de la biología que Piaget escribió, la idea es que la
vida es complejización, es incremento de la regulación en lucha contra la
entropía, es producción de novedades biológicas. La evolución biológica es un
proceso de auto regulación, pero hasta donde he leído no incluye procesos
dialécticos. Piaget veía la dialéctica como construcción, casi como sinónimo de
constructivismo en la interacción significativa de la producción del
conocimiento. Este mundo no es estrictamente el de los intercambios biológicos,
aunque funcionalmente lo prolonguen.
IdZ: García dice que hablar de la
dialéctica de la naturaleza es una especie de realismo ingenuo que trasladaría
una especie de a priori a la naturaleza… ¿Qué realismo defendería entonces él?
Exactamente, lo que García está
cuestionando es decir que el conocimiento es dialéctico, porque el mundo es
dialéctico. Para García, el proceso de transformación significativa (no
material) del mundo que implica la actividad cognoscitiva de cualquiera –tanto
la ciencia como en el individuo–, en esa actividad de interacción con el
objeto, ahí están los procesos dialécticos, pero no en las cosas en sí mismas,
no hay una dialéctica ontológica, en ese sentido. Lo que está en discusión es
si es una dialéctica del mundo en sí mismo lo que estamos capturando o son
modelos de interpretación que podemos leer dialécticamente. Digamos, casi
sartreanamente, en la praxis humana.
IdZ: Pero Engels en Dialéctica de la
naturaleza critica ese tipo de apriorismo, como Marx se lo había criticado a
Ricardo. El libro está en parte escrito contra visiones teológicas de que la
naturaleza estaría dada desde la creación, pero también critica a Hegel y
explícitamente dice que la dialéctica hay que verla en cada proceso. Después
pone las famosas tres leyes, pero dice que más bien son esbozos a revisar…
Pero son universales, ¿qué quiere decir
que sean universales? Yo lo entiendo por el contexto en que lo escribió, pero
no me atrevería a decir que el mundo por todos lados puedo encontrar saltos
cualitativos, contradicciones. Si yo quiero recuperar eso, tengo que buscarlo
en procesos específicos donde los pueda formular de una manera creíble,
precisa, que se pueda entender de qué estoy hablando. Yo creo que ese es el
problema, por eso el propio Engels lo dice, y Trotsky también en algún momento
lo dice, que no hay que ir tanto a los libros de Hegel para pensar la
dialéctica sino a la investigación de los científicos, y yo creo que sí, que
ese es el camino. Una investigación que esté dirigida, donde la dialéctica
juegue el rol de orientación metodológica y luego el de revisión, a partir de
lo que se encuentra, sino es positivismo puro.
IdZ: El caso de Vigotsky, por ejemplo.
Cuando Vigotsky describe que cuando el
bebé quiere agarrar algo y no puede, y entonces la mamá le dice “¿Querés?” y se
lo da, y ahí encuentra un en sí, un fuera de sí, un para sí hegeliano, entendés
que ahí funciona la dialéctica de Hegel, pero no es porque la dialéctica de
Hegel la encuentro en Vigotsky, sino que Vigotsky, en la investigación que hizo
con los chicos, está legitimado en interpretar hasta con la terminología
metafórica de Hegel, el en sí, para sí, de la Ciencia de la lógica. Yo creo que
ese es el problema, por eso el propio Engels lo dice, y Trotsky también en
algún momento lo dice, que no hay que ir tanto a los libros de Hegel para
pensar la dialéctica sino a la investigación de los científicos, y yo creo que
sí, que ese es el camino. Una investigación que esté dirigida, donde la
dialéctica juegue el rol de orientación metodológica y luego el de revisión, a
partir de lo que se encuentra, sino es positivismo puro.
IdZ: Hay afirmaciones en El capital que
son muy similares, por ejemplo cuando Marx dice que el método se puede
desarrollar pensando la contradicción porque la contradicción existe en la
sociedad capitalista, entre valor de uso y de cambio en la mercancía… ¿No es
una relación similar la que se traza entre herramienta de conocimiento y lo que
se conoce?
Pero la mercancía es una cosa y la
naturaleza es otra. Es una realidad donde el hombre está metido, en cambio la
naturaleza es un mundo separado de nosotros. Tenés pruebas suficientes de la
contextura de la construcción conceptual de Marx que hace entender que la
contradicción entre valor de uso y valor de cambio es una contradicción que va,
en el plano conceptual, el plano metodológico, digamos, va dando cuenta del
surgimiento del dinero. Pero, ¿cómo lo haces en el campo biológico?
IdZ: Pero ¿no es un poco lukacsiano
separar lo natural como objetivo y lo social como subjetivo y entonces a un
terreno se aplica la dialéctica y al otro no?
Es que hasta ahora la dialéctica ha
sido, en el campo de nuestra cultura, pensada en relación a las prácticas de
conocimiento, a las prácticas sociales, a las luchas políticas; en el único
lugar donde fue más amplio es el mundo chino donde la dialéctica encajó en un
mundo organicista. Pero también mostraba su limitación porque justamente ese es
un ejemplo de que como es todo tan dialéctico, el efecto que tuvo fue que
reprimió e impidió el avance de ciertos campos científicos; recíprocamente, en
el campo occidental, el marco epistémico puramente formalista y matematizado
impidió entender la transformación, que involucra dialéctica. Recién se empieza
a romper tal perspectiva con los románticos, que empiezan a ver cambios, y después
viene Darwin y después viene Marx, etc. pero el cambio ya existía en la teoría
científica a principios del siglo XIX.
La dialéctica es el modo de pensamiento
que es pertinente para dar cuenta de las fases de estructuración de un proceso
de transformaciones, según yo lo veo. Y luego, las modalidades diferentes que
puede adoptar en función de que los objetos de conocimiento que se han
investigado, pueden ser peculiarmente diferentes. Entonces en Piaget la
contradicción no tiene el mismo peso que tiene en Vigotsky, en Piaget la
contradicción sola no hace generar el cambio, tiene que haber una actividad
constructiva y ahí está la dialéctica en otro sentido que Piaget inventó, que
es la idea de diferencia dialéctica, o sea, que para pasar de lo anterior a lo
posterior, de lo viejo a lo nuevo, o en general a la novedad, el conflicto es
un disparador, pero por sí solo no da cuenta del cambio; tiene que haber una
actividad reflexiva, de abstracción, generalización, tiene que haber
invenciones posibles que el sujeto hace sin lo cual no hay aparición de lo
nuevo. Estas inferencias valen para la construcción de conocimiento, pero no
tienen por qué tener sentido para otras transformaciones sociales.
IdZ: En las conclusiones del libro,
respecto a Piaget, se señala que su aspecto más creativo está dado por la
apertura en su teoría a las interacciones entre el sujeto con el objeto y las
condiciones sociales, mientras que se le critica un “retroceso en la
dialectización” en el predominio de la construcción interna de los sistemas de
conocimiento, para el cual en el libro se señalan influencias platónicas o
kantianas. ¿Por qué este aspecto sería un retroceso?
Lo que yo digo justamente es que en la
medida que el Piaget clásico –no el último– puso énfasis en que el conocimiento
avanzaba de menor a mayor grado de validez, impulsado por una tendencia al
equilibrio, hay un inmanentismo lineal para mí, aunque dé lugar a cambios
conceptuales, que diluye el peso de la dialéctica porque ese proceso
constructivo tiene que estar pensado en términos también de las condiciones
sociales y culturales que lo hace posible y lo limitan. Hay que introducir una
cierta indeterminación en los procesos de desarrollo del conocimiento,
particularmente del desarrollo ontogenético. Y me parece que lo dicho va en el
sentido de una dialéctica claramente no a priori, de un proceso de resolución
de conflictos no es necesaria e inevitable, como ya lo pensaba Marx, y que no
siempre va en la misma dirección. Y eso es lo que García introduce decididamente,
aunque todavía con limitaciones, pero me parece que ese el camino por el que
hay que proseguir la reflexión, y que vale la pena discutir con otras versiones
de la dialéctica. Eso es el último Piaget, que no fue tomado por nadie, por
otra parte.
Entrevistaron: Ariane Díaz y Juan Duarte
FUENTE: Marxismo Critico
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