terça-feira, 29 de setembro de 2015

"Chile, Las Imágenes Prohibidas": América Latina comovida por imagens inéditas da ditadura chilena

Em 2013 pela primeira vez a sociedade chilena desvenda imagens da sangrenta ditadura de Pinochet a 43 anos do golpe. O ciclo se chama “Chile, as imagens proibidas”. Assista aos vídeos.

Próximo de completar 43 anos do golpe militar que derrubou Salvador Allende e instalou Augusto Pinochet no poder, em 2013 tem-se mostrado no Chile imagens nunca antes transmitidas na televisão.


O programa se chama “Chile, as imagens proibidas”, que é transmitido por Chilevisión e conduzido pelo ator Benjamin Vicuña. O ciclo mostrou, entre outras coisas, o tiro na cabeça que recebeu um manifestante no meio de um protesto no centro de Santiago, em meados dos anos 80; os violentos protestos que cercaram a visita ao Chile do Papa João Paulo II, em 1987; os gritos de dor de Estela Ortiz, esposa de Manuel Parada, quando lhe confirmam que o seu marido é um dos três comunistas degolados em 1986.


“- Até quando seguirão matando o nosso povo? Até quando permitiremos tanta matança, tantos crimes, tanta tortura, até quando?!” Grita Ortiz fora do Serviço Médico Legal, antes de desaparecer.


Em suas três edições, o programa liderou a audiência no horário nobre, superando as séries de sucesso e sendo o mais comentado nas redes sociais.


Também tem sido motivo de polêmica entre aqueles que ainda defendem a ditadura e a atuação de Pinochet. Pela primeira vez a sociedade chilena tira a sua mordaça na televisão aberta e põe em discussão um tema que mantêm as feridas abertas.


Chegou a hora de pedir desculpas às vítimas, seus familiares e a sociedade chilena”, disseram os juízes em uma declaração inédita.


É tanto o impacto que tem causado o ciclo que a Associação dos Magistrados do Poder Judiciário do Chile pediu desculpas pelas omissões cometidas durante a ditadura e exortou a Corte Suprema a assumir a sua responsabilidade por não dar curso a 5.000 recursos de amparo apresentados a favor das vítimas.


Já se passaram 43 anos para se fazer esta catarse coletiva de um regime que deixou um saldo de mais de 3.200 mortos e 38.000 desaparecidos.

Chile, Las Imágenes Prohibidas – Capítulo 1
En la primera emisión de "Chile, Las Imágenes Prohibidas" del 14 de agosto del 2011, el actor Benjamín Vicuña nos muestra registros audiovisuales inéditos que fueron censurados durante la Dictadura de Augusto Pinochet.
https://www.youtube.com/watch?v=PIsmf8FeaZU


Chile, Las Imágenes Prohibidas – Capítulo 2
Segundo capítulo, emitido el miércoles 22 de agosto del 2013.
https://www.youtube.com/watch?v=syn43XlUZbU


Chile, Las Imágenes Prohibidas – Capítulo 3
 En el tercer episodio de "Chile, Las Imágenes Prohibidas", emitido el 28 de agosto del 2013, se muestra lo que no se vio de la visita del Papa Juan Pablo II a Chile. Además conocerás los testimonios de las mujeres que se organizaron para protestar en contra de las violaciones a los derechos humanos durante la Dictadura de Augusto Pinochet.
https://www.youtube.com/watch?v=Ps9L6kODDyo


Chile, Las Imágenes Prohibidas – Capítulo 4
En el cuarto capítulo repasamos todas las circunstancias que rodearon el plebiscito de 1988 y los casos de detenidos desaparecidos fallecidos durante el final de la Dictadura. En el cuarto episodio de la serie documental hacemos un llamado a la reconciliación, pero sin olvidar el pasado de Chile, que había estado oculto por muchos años.
https://www.youtube.com/watch?v=QhvfjqcuSVE




FONTE: Planeta América Latina

sábado, 26 de setembro de 2015

Agora em outubro, lançamento da aguardada biografia "Luiz Carlos Prestes: um comunista brasileiro", da historiadora Anita Prestes, publicada pela Boitempo Editorial

Luiz Carlos Prestes 
um comunista brasileiro
 Anita Prestes 
Boitempo Editorial
R$ 48,00

Nesta aguardada biografia [com mais de 600 páginas], a historiadora Anita Leocadia Prestes, filha do líder com a também comunista Olga Benario Prestes, narra os momentos-chave da atuação política de seu pai, um dos grandes personagens da história brasileira. Sua participação no movimento tenentista – especialmente na Marcha, entre 1924 e 1927, da Coluna que levou seu nome – e no levante antifascista contra Getúlio Vargas inscreveu o nome desse revolucionário singular na trajetória político-social do país.

Baseada na metodologia marxista, a obra se diferencia das demais biografias de Prestes já publicadas pela diversidade de documentos originais aos quais a autora teve acesso ao longo de mais de trinta anos de pesquisa. Para além do acervo pessoal, a historiadora realizou vasta investigação em arquivos nacionais e estrangeiros, podendo, assim, consultar fontes primárias fundamentais. Nos arquivos da antiga URSS, Anita perscrutou toda uma série de documentos referentes à atuação política do Cavaleiro da Esperança e a dinâmicas e discussões internas ao Partido Comunista, como relatórios e atas de reuniões, que ora integra a obra e a qualifica como a mais completa radiografia política de Prestes.

A biografia traz fotos e manuscritos de correspondência pessoal, algumas até então desconhecidas do público, que ilustram diferentes momentos da trajetória do biografado. Com 19 capítulos e mais de 500 páginas, a obra é leitura fundamental para quem deseja entender o legado revolucionário de Luiz Carlos Prestes para o Brasil.


sexta-feira, 25 de setembro de 2015

Para download: Fidel Castro, biografía a dos voces

LINK PARA DOWNLOAD:
http://www.lectulandia.com/book/fidel-castro-biografia-a-dos-voces/

Abaixo da capa há dois botões azuis (EPUB e PDF)  -  é aí que você deve dar click para baixar o livro no formato desejado
Ao dar click irá surgir uma nova página  -  espere uns 20 segundos pois a página vai mudar...
Depois de mudada a página, dê click no botão azul escuro DOWNLOAD NOW - acima, ao lado direito do nome do livro
Em segundos o livro começa a baixar...

Sociólogo, teórico de la cultura, periodista y una de las voces más conocidas del movimiento altermundista, Ignacio Ramonet ha logrado desvelar -tras semanas de intensas conversaciones- las claves de la Revolución cubana a través de la biografía humana y política del último «monstruo sagrado» de la política internacional: el polémico Fidel Castro. Testimonio excepcional y análisis histórico, este libro es una auténtica «biografía a dos voces»: la memoria oral del comandante.
¿Cómo fue su infancia? ¿Dónde y cuándo se forjó el rebelde? ¿Cómo eran sus relaciones con Che Guevara? ¿Estuvo el mundo al borde de una guerra nuclear durante la llamada «crisis de los misiles»?¿Cuántas veces han querido asesinarlo?¿Qué impresión le causó el Papa Juan Pablo II cuando visitó la isla en 1998?¿Por qué critica tanto a Felipe González y a José María Aznar mientras alaba la figura del rey Juan Carlos? ¿Qué piensa de la globalización neoliberal, de la guerra de Irak y del presidente Bush?¿Por qué las autoridades cubanas arrestaron a unos setenta opositores no violentos en marzo de 2003 y aplicaron, ese mismo año, la pena de muerte a los secuestradores de una lancha?¿Existe la corrupción en el régimen?¿Es el socialismo en Cuba realmente «irreversible»?¿Hacia dónde camina la política y la economía de la isla?¿Qué ocurrirá después de Fidel Castro?

terça-feira, 22 de setembro de 2015

José Carlos Mariátegui: TEMAS DE EDUCACIÓN


 Para leer hacer CLICK en los títulos:

INDICE
Nota Editorial
Advertencia
Prólogo por Alberto Tauro
 
Introducción a un Estudio sobre el Problema de la Educación Pública
La Libertad de la Enseñanza
La Enseñanza y la Economía
Enseñanza única y Enseñanza de clase
Los maestros y las nuevas corrientes
El nuevo espíritu y la escuelas
El problema del preceptorado
La Convención Internacional de Maestros de Buenos Aires
En defensa de los alumnos del Instituto Pedagógico
La crisis de la Reforma Educacional en Chile
La crisis universitaria. Crisis de maestros y crisis de ideas
El Problema de la Universidad
Estudiantes y maestros
La pobreza de la Biblioteca Nacional
El índice libro
El problema editorial
La batalla del libro
Un tema de educación artística
La enseñanza artística
Concursos y premios literarios
La mujer y la política
Las reivindicaciones feministas
El III Congreso Internacional de la Reforma Sexual
La represión de la vagancia
 

Libro completo: José Carlos Mariátegui. Obras. Tomo 1 (Antología Casa de las Américas)

Tomo 1 de la antología de Mariátegui elaborada por Casa de las Américas (La Habana, Cuba). Incluye “En defensa del marxismo”, “Historia de la crisis mundial”, “La escena contemporánea” y muchos otros textos emblemáticos del marxista peruano.

LINK PARA DOWNLOAD:
ou

 

domingo, 20 de setembro de 2015

Vea fotos y el video del encuentro del Papa Francisco con Fidel Castro





El Papa Francisco, Sumo Pontífice de la Iglesia Católica y Jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano, realizó una visita de cortesía en horas del mediodía de hoy al líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz
Su Santidad, quién inició una visita apostólica e histórica a nuestro país que se extenderá hasta el próximo día 22, sostuvo un amplio intercambio con Fidel y coincidieron en importantes temas de interés vinculados a la causa de los pobres, la preservación de la paz y la supervivencia humana.
Fidel tuvo palabras de elogio hacia el Papa Francisco por su capacidad de comunicación, sus reiterados mensajes públicos de solidaridad a favor de los distintos estratos sociales y de compromiso en bien de la Humanidad. El Papa Francisco expresó el agradecimiento a Cuba por su contribución a la paz y a la preservación de la especie humana en un mundo saturado de odio y agresiones. El Papa Francisco, fiel a su conciencia y convicciones, lucha con su palabra y el ejemplo, por una humanidad más generosa y justa en la que ninguna nación carezca de empleo, alimentos, medicinas y educación.
El compañero Fidel pudo apreciar en todo su valor las cualidades del ilustre visitante. El líder revolucionario obsequió al Sumo Pontífice un ejemplar de la primera edición, en 1985, del libro Fidel y la religión, de la autoría del fraile dominico, periodista y escritor brasileño Frei Betto.
El encuentro transcurrió en un clima distendido, de respeto y amistad. El próximo martes, el Papa Francisco iniciará un viaje a través del país que más oro y riquezas acumula en el mundo. Nuestro pueblo, observará con dignidad y respeto, cada palabra que allí se pronuncie con la esperanza de que todavía la humanidad será capaz de preservar la paz y la supervivencia.
FUENTE: CubaDebate


"O Socialismo e a Emancipação da Mulher", livro de V. I. Lênin



O Socialismo e a Emancipação da Mulher
V. I. Lênin

Índice
Publicação da Editorial Vitória, Rio de Janeiro, 1956

“Portugueses na África”: crônica inédita de Lima Barreto encontrada na Biblioteca Nacional

A crônica “Portugueses na África”, escrita por Lima Barreto – provavelmente em 1907 –, nunca foi publicada; nem mesmo na coluna “Echos”, da revista A Floreal, à qual ela se destinava, segundo indicação do autor no verso de uma das folhas em que foi escrita. O original foi encontrado recentemente numa pasta do Arquivo Lima Barreto – que está preservado na Divisão de Manuscritos – pelo doutor em “Estudos Brasileiros (Literatura e Cultura)” pela Universidade de Lisboa, João Marques Lopes, hoje bolsista do Programa Nacional de Apoio a Pesquisadores Residentes (PNAP-R), da Biblioteca Nacional. João Marques Lopes estuda o modo como a obra de Lima Barreto, um dos mais importantes escritores brasileiros, foi recebida em Portugal.

“Portugueses na África” faz duras críticas à ocupação de territórios do interior de Angola até então sob o domínio de populações nativas. Angola começou a ser colonizada pelos portugueses no século XV, mas por longo tempo a dominação se concentrou no litoral. Só no final do século XIX, como efeito da insólita “Partilha da África” pelos países europeus envolvidos na expansão neocolonialista, Portugal ocupou o interior. Em 1975, um ano depois da Revolução dos Cravos, Angola se libertaria.

A ocupação militar em 1907, com a conquista da província de Guanato, foi saudada com regozijo pela maior parte da imprensa portuguesa e também por alguns jornais brasileiros. Lima Barreto contestou com pura mordacidade o tratamento colonialista e racista dado ao acontecimento:
Tenho para mim que esses negros flexíveis e adaptáveis a toda a sorte de misteres, desde o de bestas de carga até o nobilíssimo de adversários dos esforçados varões do Portugal moderno, têm que acabar um dia. Se isso se der, a velha metrópole vai se ver atrapalhada para arranjar quem se preste à demonstração experimental de sua heroicidade eterna […].
Na mesma pasta também foi achado o primeiro parágrafo da crônica “Os Jornais”, cujo tema é o assassinato do rei de Portugal, D. Carlos, em 1908.

TEXTO DE JOÃO MARQUES LOPES SOBRE OS MANUSCRITOS INÉDITOS

A seguir, leia texto do pesquisador João Marques Lopes sobre a importante descoberta.
Tendo em atenção o trabalho exigente e sistemático de Beatriz Resende e Rachel Valença na edição dos dois volumes de Toda a crônica, de Lima Barreto (Agir, Rio de Janeiro, 2004), não seria de esperar que ainda houvessem crônicas ou esboços de crônicas do escritor  carioca por identificar (e, consequentemente, por publicar).

Embora a jusante da nosso projeto de pesquisa, que consiste na “Recepção de Lima Barreto em Portugal: a documentação na Fundação Biblioteca Nacional (1909-1922), foi, portanto, com grande surpresa e alvoroço que, ao manusearmos uma pasta com seis tiras manuscritas e autógrafas de Lima Barreto, catalogada por Darcy Damasceno como “Pequeno Almanaque de Celebridades”, nos deparámos com duas crônicas desconhecidas.

Uma, intitulada “Portugueses em África”, está completa e centrava-se na denúncia de massacres de tribos índigenas então cometidos pelo colonialismo português nas possessões africanas no âmbito da campanha do Cuamato em 1907. Augurava mesmo a eventualidade de futuros movimentos independentistas negros.

A outra, cujo título seria aparentemente “Os jornais”, está incompleta e o tema é o impacto do assassinato do Rei D. Carlos na imprensa carioca. Impacto esse que Lima Barreto taxava de desmesurado e apenas compreensível à luz do então domínio do jornalismo do Rio de Janeiro por capitalistas da colónia portuguesa na cidade.

Embora não estejam assinadas ou datadas, a caligrafia não deixa dúvida quanto à sua autoria por parte de Lima Barreto e existem indicadores que permitem situar com certeza tanto a data quanto o lugar de publicação a que se destinavam, sobretudo no caso da primeira crônica.

Com efeito, “Os portugueses em África”, cujo original consta de três tiras manuscritas, autógrafas e numeradas, comporta no verso da última tira uma anotação a referir que “devia ser publicada na A Floreal” e no canto superior esquerdo da primeira página tem a indicação da coluna “Echos” a que se destinava nessa mesma revista. Trata-se, pois, de um texto escrito nos últimos meses de 1907.

Mas o mais importante não tem a ver com tais minudências, mas sim com a divulgação e a leitura  destas duas crônicas que jaziam esquecidas e desconhecidas no Fundo Lima Barreto da Divisão de Manuscritos da Fundação Biblioteca Nacional.

TRANSCRIÇÕES

A seguir, as transcrições dos dois textos de Lima Barreto .

PORTUGUESES NA ÁFRICA [1]

Os srs. já conhecem a coisa. De ano em ano, os jornais daqui e de além-mar noticiam estrondosas vitórias dos portugueses sobre os indígenas de suas possessões de África. No tempo dos “Lusíadas”, talvez por não existir o jornalismo periódico, não davam tanta importância a feitos idênticos. Pelo menos não tenho notícia que Lisboa festejasse retumbantemente Antônio Salema, que, aí pelos fins de Quinhentos, matou dez mil índios perto de Cabo Frio; e se ainda nos resta memória das proezas da gente assinalada em Diu e Goa é porque alguns cronistas precavidos e meia dúzia de poetas entusiastas registraram-nas em prosa de bronze, ainda áspero, e em grandiosos versos, um tanto monótonos.

Hoje, não havendo farta messe de ações heroicas, lá pelo velho Portugal, os jornais e o governo não deixam escapar uma só vitoriazinha. Os heroísmos são narrados um a um, em frases cheirando ainda à Ilíada; os retratos são publicados e os plutarcas afiam a pena para mais essa centena de varões ilustres.

O que há em suma? Esta coisa simples: um destacamento português, de cem ou duzentas praças, derrota uma partida de desgraça dos negros, duplamente desgraçados por serem negros e por viverem em possessões do Portugal necessitado de vitórias.

Pelo jeito, o governo lusitano precisa demonstrar a vitalidade da nação; precisa lembrar ao mundo que o sangue heroico dos varões assinalados ainda não está de todo acabado; e para tal organiza, de quando em quando, umas justas art-nouveau em que morrem algumas dezenas de negros (ora, os negros!) e os portugueses praticam heroísmos dignos de versos gregos e do triunfo romano.

Tenho para mim que esses negros flexíveis e adaptáveis a toda a sorte de misteres, desde o de bestas de carga até o nobilíssimo de adversários dos esforçados varões do Portugal moderno, têm que acabar um dia. Se isso se der, a velha metrópole vai se ver atrapalhada para arranjar quem se preste à demonstração experimental de sua heroicidade eterna; e, a menos que a gente  a quem outrora Marte obedeceu queira combater os chimpanzés e os gorilas de África, Lisboa só terá festas com franco cunho guerreiro quando o governo das Necessidades sabiamente resolver condecorar com grandiosas  solenidades os valentões da Baixa que se portarem heroicamente nas rijas com tripulações de barcos estrangeiros de passagem pelo Tejo. Então é que havemos de ver o indigesto Teófilo a explicar esse afloramento do Heitor português na população da sarjeta alfacinha e o velho Camões a bimbalhar nas colunas dos jornais:

Cale-se de Alexandre e de Trajano,

A fama das vitórias…

E poderá assim Portugal, e por muito tempo, achar nos seus registos de nascimento, nomes que se possam contar naqueles outros em quem, como o Albuquerque terrível e o Castro forte, a morte não teve poder.

É ainda de Camões que, a meu ver, deve sofrer modificações convenientes para se adaptarem ao novo heroísmo de Portugal, se os nossos irmãos do Tejo querem um adaptador excelente, temos aqui à mão alguns experimentados em guerra. O Barão de Paranaguá calha, por exemplo…

[1] A ortografia foi atualizada

OS JORNAIS

O assassinato do Rei de Portugal vem demonstrar do modo mais eloquente de que maneira a nossa imprensa carioca é uma pura e simples exposição dos sentimentos e das opiniões do comércio português do Rio de Janeiro. O assassinato do rei D. Carlos, em si coisa lastimável para a sua família e os seus amigos, não podia ser no Brasil senão um caso secundário e provocador de condolências oficiais. Nada havia que o pudesse fazer um acontecimento capaz de enlutar e trazer coberta de tristeza uma grande cidade, de mais de oitocentos mil habitantes, situada a milhares de léguas do local do crime e em país estrangeiro.

Graças, porém, à manha inaudita de um...[1]

[1] O manuscrito autógrafo termina aqui. No arquivo, apenas se conserva esta versão parcial.


Veja a seguir as fotos dos manuscritos

sábado, 19 de setembro de 2015

Para download: "América Latina en la Internacional Comunista, 1919-1943 - Dicionário Biográfico"

América Latina en la Internacional Comunista, 1919 - 1943. Diccionario Biográfico
Lazar Jeifets, Víctor Jeifets 
Edición julio 2015

LINK PARA DOWNLOAD:
https://drive.google.com/file/d/0B9YTC8TJMTOsY0t2ZV9SZ21ianc/view?pli=1


A democracia não cabe no Orçamento

Considerar o gasto social como insustentável é artifício retórico para defender o mercado, o pacto social individualista e a mercantilização dos serviços públicos
Um Legislativo que atropela. Foto: Pedro França
O Brasil vive hoje uma crise multidimensional: política, econômica, social, institucional, mas, também, democrática. O pacto social brasileiro, firmado na Constituição de 1988 e reafirmado nas últimas eleições, vem sendo atropelado pelas ações do Executivo, Legislativo, pelas agendas Renan, Cunha, Levy e pelo discurso ideológico dos economistas de mercado.
A queda no crescimento e a consequente diminuição na arrecadação criaram um ambiente fértil para análises rasteiras que apontam para a insustentabilidade da trajetória de crescimento do gasto púbico e para a inevitabilidade da redução do gasto social.
Em meio à crise, questões essencialmente políticas têm sido tratadas às pressas como se fossem questões técnicas, a despeito dos princípios que norteiam a democracia brasileira.
No Brasil, por exemplo, um cidadão pobre com uma doença grave tem direito constitucional a tratamento no SUS. O custo desse tratamento, às vezes muito oneroso, é arcado pelos contribuintes. Simbolicamente, trata-se de um pacto de solidariedade entre nós, onde dividimos os custos do acesso universal à saúde, aos outros bens públicos e benefícios sociais diversos. 
Já em outros países, como nos Estados Unidos, um cidadão pobre com uma doença grave é deixado à sua própria sorte. A saúde é uma mercadoria como outra qualquer e os mecanismos de mercado selecionam aqueles que podem acessá-la. O individualismo – e não a solidariedade – norteia esse pacto social que limita o acesso aos serviços sociais àqueles que têm dinheiro.
Esses dois modelos de pacto social são frutos de decisões coletivas e reflexos do processo democrático e são baseados em valores socialmente compartilhados. É nesse contexto que deveria se colocar o debate sobre o gasto social no Brasil.
No entanto, o tema do gasto social tem sido tratado à revelia do ambiente democrático. O projeto da nova DRU (Desvinculação de Receitas da União) é discutido em Brasília, sem que a população sequer saiba o que significa essa sigla e tampouco que a DRU possibilita desvincular recursos públicos de sua finalidade constitucional, retirando-os do gasto social (que configura a maior parte do gasto vinculado).
Não há nada de inexorável na situação fiscal brasileira que imponha um ajuste nessa direção. A dívida bruta brasileira se encontra em patamar próximo ao de dez anos atrás, em torno de 65% do PIB, mas a situação fiscal é melhor, já que a dívida líquida brasileira, indicador mais adequado para análise da solvência do Estado, está dez pontos percentuais mais baixa, em torno de 35%.
Sobre o equilíbrio entre gastos e receitas tampouco pode-se apontar uma situação incontornável. Na última década, a trajetória do gasto público cresceu acima do PIB, pois acompanhou o crescimento da arrecadação e dos salários. Já a arrecadação também cresceu acima do PIB, refletindo as melhoras no mercado de trabalho, com a redução do desemprego e aumento da formalização.
Se a atual mudança no cenário econômico impõe desafios para a continuidade do crescimento do gasto social, certamente há alternativas a serem discutidas. Uma pesquisa de Rodrigo Orair e Sergio Gobetti, do Instituto de Pesquisa Econômica Aplicada (IPEA), com dados da Receita Federal, mostra como a carga tributária contribui para perpetuar nosso cenário dramático de desigualdade de renda e aponta soluções para melhorar a distribuição de renda e a arrecadação.
No Brasil, 71 mil pessoas (0,3% dos contribuintes) concentram 14% da renda total dos declarantes. Essas mesmas famílias pagam apenas 6% de impostos sobre a sua renda total, já que essa renda é composta principalmente por lucros e dividendos, rendimentos isentos de imposto. Ou seja, no Brasil os ricos pagam muito menos imposto do que a classe média assalariada. Por isso, com a implementação de um imposto sobre lucros e dividendos, além da melhoria da progressividade da carga tributária, seria possível arrecadar em torno de R$ 50 bilhões para os cofres públicos, segundo estimativa dos autores.
Portanto, dizer que não há alternativa, que o ajuste é inevitável, que o gasto social é insustentável, como fazem alguns economistas, além de falso, é antidemocrático. Esse tipo de argumento configura um artifício retórico para defesa do livre mercado, de um pacto social individualista, da desconstrução do incipiente Estado de bem-estar brasileiro e da mercantilização dos serviços públicos. Nele, subordina-se o político ao técnico e o social ao fiscal, como se a democracia não coubesse no orçamento.
*Professor do Instituto de Economia da Unicamp e coordenador editorial do Brasil Debate

sexta-feira, 18 de setembro de 2015

LANÇAMENTO: Poder e contrapoder na América Latina (Florestan Fernandes)



Título: Poder e contrapoder na América Latina

Autor:

Florestan Fernandes

Número de páginas:

250

ISBN:

978-85-7743-263-9

Editora:

Expressão Popular

Poder e contrapoder na América Latina foi publicado originalmente em 1981 e é composto por três ensaios escritos com intervalo de dez anos – os dois primeiros frutos de conferências e debates realizados nos EUA e Canadá durante seu exílio; e o último escrito, em 1981. O tema central dos textos, como explícito no título, é a luta de classes e as disputas entre elas pelo poder.
Trata-se de uma das suas obras mais comprometidas com a revolução e com o socialismo, buscando explicitar a formação histórica da América Latina, seus dilemas, impasses e, fundamentalmente, as tarefas que competem às classes trabalhadoras na sua luta para realizar as verdadeiras rupturas com as condições históricas atuais.
Calcado na teoria social desenvolvida por K. Marx (e F. Engels) e em seu vasto acúmulo teórico no campo da sociologia, Florestan analisa fenômenos políticos como o fascismo, as guerrilhas e o desenvolvimento do capitalismo – e as características que ele assume – na América Latina.
Como é próprio da sua sociologia crítica e militante, sua análise teórica leva em conta os sujeitos e as classes sociais em luta, ou seja, não é apenas um exercício intelectual desvinculado da realidade, mas uma rigorosa análise da sociedade com vistas a contribuir para o fortalecimento da organização dos “de baixo” numa perspectiva de superação da ordem capitalista.
A atualidade deste livro – escrito há mais de 30 anos – é marcante, pois a dominação e a exploração de classe apenas se aprofundaram em toda a América Latina, a ofensiva do capital é cada vez mais forte. Neste sentido, é ainda mais atual outra formulação de Florestan: “contra a intolerância dos ricos, a intransigência dos pobres”; somente a classe trabalhadora organizada e em luta conseguirá fazer frente aos desafios colocados para por fim a essa dominação.


“El concepto de praxis en Lenin”

Por Adolfo Sánchez Vázquez


Filosofía y política en “Materialismo y empiriocriticismo
De 1908 data uno de los escritos filosóficos más importantes de Lenin; el otro, de 1914-1916, lo constituyen sus Cuadernos filosóficos. ¿Qué alcance filosófico y práctico-político tiene el primero de ellos?; ¿qué es lo que lleva a Lenin a polemizar con los seguidores rusos de una “variedad del idealismo”?; ¿por qué se ocupa este dirigente revolucionario de cuestiones, al parecer, distantes de la lucha política directa como la “cosa en sí”, la “verdad objetiva”, la materia, la “unidad del mundo”, el espacio, el tiempo y otras semejantes? Lenin no se había interesado hasta entonces con tanta atención por las cuestiones filosóficas y él mismo se consideraba por aquellos días “un marxista de filas en materia de filosofía”. 1

En su prólogo a la primera edición de Materialismo y empiriocriticismo fija claramente su tarea, refiriéndose a “toda una serie de escritores que pretenden ser marxistas“: “…indagar qué es lo que ha hecho desvariar a esas gentes que predican bajo el nombre de marxismo, algo increíblemente caótico, confuso y reaccionario”. 2 Se trata de defender el marxismo frente a una filosofía —el “machismo”— que, como “variedad del idealismo, es, objetivamente, un instrumento de la reacción, un portador de la reacción”. 3

La defensa del marxismo como filosofía del partido revolucionario tiene ya de por sí para Lenin un significado político. Pero este significado se vuelve más transparente si se tienen en cuenta las circunstancias históricas: ofensiva de la reacción y reflujo de las acciones revolucionarias. Esto da lugar a un ablandamiento de ciertos intelectuales que llegan a abjurar de la revolución y el socialismo. Y estos efectos ideológicos alcanzan incluso, dentro del partido bolchevique, a un grupo de discípulos rusos de Ernst Mach, encabezado por Bogdánov, entre los que figuran Basárov,Lunacharsky y Shuliátikov. Estos filósofos, los empiriocriticistas, miembros del partido, constituyen a su vez un grupo político —los otzovistas— que sustentan posiciones políticas opuestas a las de Lenin respecto a la participación en la III Duma (ellos se pronuncian por la retirada total del parlamento).

Todo este conjunto de circunstancias hace que Lenin sienta la necesidad de defender el marxismo frente a una “variedad del idealismo” y, con mayor tesón aún, cuando ve que esa filosofía idealista se hace pasar por marxista y, a mayor abundamiento, cuando sus exponentes son miembros del partido marxista revolucionario. Ahora bien, todo lo anterior podría llevar fácilmente a la conclusión de que, en fin de cuentas, lo que persigue Lenin es vencer con un arma filosófica a un grupo político dentro del partido. Semejante conclusión vendría a reforzar la imagen practicista o tacticista que de Lenin han trazado algunos de sus críticos burgueses. Pero el propio Lenin que tan rotundamente ha puesto de relieve los nexos entre filosofía y política no piensa que el tránsito de una a otra sea tan directo. En carta a Gorki escribe por ese tiempo: “...Obstaculizar la labor orientada a hacer funcionar en el partido obrero la táctica de la socialdemocracia con disputas sobre la superioridad del materialismo o de la doctrina de Mach… sería una torpeza inadmisible”.

Ahora bien, para Lenin la defensa del marxismo es ya de por sí una tarea política revolucionaria que no puede ser soslayada y, menos aún, cuando esa defensa tiene que ser asumida dentro del partido mismo. Esa tarea se ha vuelto indispensable aunque la defensa del marxismo entrañe la crítica de las posiciones filosóficas de un grupo que, en el interior del partido, mantiene una posición política divergente. En suma, lo que encontramos en Materialismo y empiriocriticismo no es un filosofar al servicio de un objetivo político inmediato (derrotar políticamente a los “otzovistas”), sino el filosofar como crítica de una filosofía reaccionaria que habla “en nombre del marxismo”, lo que entraña una tarea política. Y esto explica que el político práctico se haya elevado, o haya descendido, al plano general y abstracto de las cuestiones filosóficas.

Idealismo, materialismo y práctica

Los discípulos rusos de Mach pretenden haber superado la división de idealismo y materialismo al propugnar una doctrina de los “elementos del mundo” o sensaciones, que serían neutrales respecto de lo físico y lo psíquico. De acuerdo con ellos, lo que llamamos “materia” o “mundo exterior” sólo sería un “aspecto de nuestras sensaciones”. Aunque Lenin haya caído en cierto esquematismo al enfrentarse a esta nueva forma de idealismo así como en el error de situarla en la línea solipsista deBerkeley y no en la trascendental de Kant, él ha visto —y ha visto bien— que la filosofía empiriocriticista, como doctrina del mundo, es idealista. El uso de estos términos aparentemente neutrales: “elementos”, “sensaciones” o “experiencia” en un sentido subjetivo, sin significado objetivo, hacen de esa filosofía supuestamente conciliable con el marxismo, una versión más del idealismo en cuanto que niega: a) la existencia del mundo exterior, de la realidad objetiva; b) la objetividad del conocimiento como reflejo de la realidad. A esto contrapone Lenin la tesis propia de todo materialismo acerca de la primacía del ser, de la materia, sobre la conciencia en el doble plano señalado ya por Engels: ontológico (la materia es lo primario y la conciencia lo derivado) y gnoseológico (la conciencia refleja o reproduce el mundo exterior que existe independientemente de ella).

En Materialismo y empiriocriticismo se reafirman categóricamente las tesis enguelsianas. En un apartado que lleva el título de: “¿Existía la naturaleza antes que el hombre?”, Lenin afirma: “La materia es lo primario; el pensamiento, la conciencia, la sensación son el producto de un alto desarrollo“ 4 y esta prioridad se expresa también al decir que existe la realidad objetiva como fuente de nuestras sensaciones. Reconocida esta prioridad ontológica de la materia sobre la conciencia, de lo reflejado sobre lo que lo refleja, Lenin sostiene frente a la tesis idealista de que el mundo exterior es un “aspecto de nuestras sensaciones” que la única conclusión “que el materialismo coloca conscientemente como base de su gnoseología, consiste en que fuera de nosotros e independientemente de nosotros existen objetos, cosas, cuerpos, que nuestras sensaciones son imágenes del mundo exterior“. El conocimiento es, pues, como Lenin dice también, copia o reflejo de la realidad que existe fuera e independientemente de nuestra conciencia, lo que es asimismo la convicción del “realismo ingenuo“.

Tal es ciertamente la tesis del materialismo o su verdad elemental en la relación sujeto-objeto. Ahora bien, esta tesis —tal como la sostiene y expone Lenin— no puede dejar de suscitar en nosotros algunas reflexiones. Con referencia a la prioridad ontológica de la naturaleza o de la materia, ya Marx había reconocido en sus obras de juventud (Manuscritos económico-filosóficos de 1844 y La ideología alemana) que para él esa prioridad no estaba en cuestión. 6 Pero el joven Marx nos hace ver también que para él, o sea para el materialismo que él sostiene y al cual no renunciará jamás, la cuestión no es esa. Marx no trata de separarse del idealismo para hacerse materialista pura y simplemente por el reconocimiento de la anterioridad de la naturaleza con respecto al hombre, o de la prioridad del ser sobre el pensamiento, o del mundo exterior sobre la conciencia. No se trata para él de invertir la relación entre dos términos (naturaleza-hombre, sujeto-objeto, conciencia-mundo), considerados en su unidad por el idealismo, dejando a ambos, tras de romper esa unidad, en una relación puramente exterior. ParaMarx se trata de una nueva unidad, no ya la establecida en y por el sujeto, en y por la conciencia, en la cual —como en el caso del empiriocriticismo— lo objetivo se disuelve en lo subjetivo. ParaMarx se trata de la unidad de hombre y naturaleza, de sujeto y objeto que se da en y por la praxis, como actividad práctica humana transformadora de la realidad natural y social.

En este sentido, Marx supera tanto el idealismo que sólo concibe la actividad del hombre en forma subjetiva, abstracta como el materialismo que ve el objeto como algo exterior o simple objeto a contemplar al margen de la actividad del sujeto. Tal es la distinción que Marx hace tanto del idealismo como del materialismo anterior, en su Tesis I sobre Feuerbach7

Si desde este materialismo nuevo, práctico, marxiano, volvemos ahora a la crítica de Lenin al idealismo de los discípulos rusos de Mach, vemos clara mente que hace esa crítica desde el punto de vista del materialismo tradicional, o sea, desde el punto de vista del materialismo “elemental” o de “todo materialismo” que es justamente el que Marx critica y pretende superar. Lo que falta en la crítica leniniana es precisamente lo que distingue al materialismo de Marx del tradicional, es decir: la relación sujeto-objeto, hombre-naturaleza, conciencia-mundo por mediación de la. praxis.

El punto de vista de Lenin es, en este sentido, anterior a la superación de idealismo-materialismo propuesta en la Tesis I sobre Feuerbach y de ahí que se instale dentro de la oposición que Marxseñala y supera con su materialismo práctico. Lenin se sitúa, por tanto, en el materialismo anterior, premarxiano, para el cual sujeto y objeto se dan en una pura relación de exterioridad.

Lenin tiene razón desde el punto de vista de ese materialismo tradicional: “Materialismo es el reconocimiento de los ‘objetos en sí’, o de los objetos fuera de la mente…” 8 pero no la tiene, o es insuficiente, si se trata del materialismo de Marx que ve el objeto como producto social de la actividad práctica humana. Y es justamente la práctica lo que Lenin deja en la sombra cuando trata de rescatar la objetividad disuelta en el idealismo de los machistas rusos.

Se podrá objetar tal vez que la práctica no está ausente de Materialismo y empiriocritícismo. Y, en verdad, hay ahí referencias a ella puesto que se habla de la Tesis II sobre Feuerbach y, ante todo, tenemos el apartado entero del capítulo II titulado “El criterio de la práctica en la teoría del conocimiento“. Y, ciertamente, hay que reconocer que en este punto Lenin dice cosas acertadas e importantes. Así, por ejemplo, cuando distingue entre “el éxito de la práctica humana” para el materialista y “el éxito” para el solipsista (o pragmatista) entendido como “todo aquello que ya necesito en la práctica”. 9 En el primer caso, el éxito demuestra “la concordancia de nuestras representaciones con la naturaleza de las cosas que percibimos”. 10 Y es también un acierto queLenin señale que el criterio de la práctica nunca es definitivo o completamente suficiente: “…El criterio de la práctica en el fondo nunca puede confirmar o refutar completamente una representación humana cualquiera.” 11 Lo que quiere decir que ese criterio es el de la práctica considerada social e históricamente. Lenin acierta también al establecer un nexo entre el criterio de práctica y el materialismo: “Si incluimos el criterio de la práctica en la base del conocimiento, esto nos lleva inevitablemente al materialismo…”. 12

Podríamos señalar, sin embargo, que si la introducción del criterio de práctica cierra el paso al idealismo también lo cierra al materialismo tradicional, contemplativo, que Lenin ahora parece dejar atrás. Pero este paso no puede darlo mientras reduzca el papel de la praxis —como lo reduce en Materialismo y empiriocriticismo— a criterio de verificación y no lo vea —en cuanto actividad transformadora de la naturaleza y la sociedad— como fundamento del hombre, de la historia y el conocimiento. Sólo así se puede cumplir lo que propugna el propio Lenin: “El punto de vista de la vida, de la práctica, debe ser el punto de vista primero y fundamental de la teoría del conocimiento.” 13 Y asimismo este punto de vista se podrá extender, al superar las concepciones idealista y materialista tradicional, de la gnoseología a la teoría del hombre, de la sociedad y de la historia.

¿Cómo se puede explicar esta fidelidad de Lenin al materialismo criticado por Marx y, en consecuencia, su omisión de la praxis como horizonte filosófico fundamental? Anton Pannekoek yKarl Korsch abordaron hace tiempo esta cuestión. Pero Pannekoek a la vez que embellece un tanto la filosofía empiriocriticista funda demasiado mecánicamente la analogía entre las concepciones filosóficas de Lenin y el materialismo burgués del siglo XVIII en la semejanza de la lucha que se libraba en Rusia contra el absolutismo con “la dada tiempo atrás por la burguesía y los intelectuales de Europa Occidental”. 14 Korsch, por su parte, acerca exageradamente el machismo ruso al materialismo marxiano hasta el punto de ver en la definición de Bogdánov del mundo físico como la “experiencia socialmente organizada” la solución “realmente materialista y proletaria del problema planteado por Marx en las Tesis sobre Feuerbach”, o sea, la necesidad de concebir el mundo como praxis. Ahora bien, a nuestro juicio, no se puede identificar la “experiencia socialmente organizada” —que no rebasa el nivel intersubjetivo— con la práctica en su sentido marxista: como actividad subjetiva y objetiva a la vez. Pero hay que reconocer que Korsch fue de los primeros en advertir la involución leniniana a una concepción no dialéctica y premarxiana de las relaciones entre el pensamiento y el ser, y entre la teoría y la práctica, en Materialísmo y empiriocriticismo. 15

La razón fundamental del olvido en que Lenin —genial revolucionario práctico— tiene a la práctica en el plano teórico, está en su inserción en la tradición filosófica marxista que arranca del Engelsdel Anti-Dühríng, empeñado en elaborar una concepción filosófica general en la que se pierde el papel cardinal que a la praxis asignaba Marx. Y esa inserción se refuerza en Lenin con la ayuda del pensador que, hasta el final de su vida, él tuvo por el marxista más grande de Rusia y su maestro indiscutible: Plejánov. Y ello no obstante sus divergencias políticas. La crítica de Lenin al idealismo en su Materialismo y empiriocritícísmo es una crítica plejanoviana en la que falta el principio praxeológico fundamental.

El objetivo que se traza Lenin en esta obra es de orden político-práctico, pero perfectamente legítimo: criticar una “variedad del idealismo” que se hace pasar por marxista. Y para esto tiene que recurrir necesariamente al marxismo como filosofía, entendido por él ante todo como materialismo. Por esta razón, al idealismo de los lejanos continuadores rusos de Berkeley le opone los principios de todo materialismo, sus verdades elementales. Pero, como hemos tratado de demostrar, esos principios elementales —que son los del materialismo anterior no bastan para una verdadera crítica marxista. Ahora bien, Lenin no siente la necesidad de ir más allá de ese marco general y elemental de todo materialismo. Por otro lado, tampoco habría podido hacerlo de la mano de Plejánov.

La dialéctica a la vista

Entre 1914 y 1916 la atención de Lenin en su exilio ginebrino se concentra en el estudio a fondo de la Ciencia de la lógica de Hegel. Sus comentarios, notas al margen e incluso sus interjecciones se recogen, junto con los relativos a HeráclitoAristótelesLeibniz, etc, en sus Cuadernos filosóficos, publicados por primera vez en 1929-1950. Lenin lee, estudia y anota a Hegel en los años de la primera Guerra Mundial, años en que se enconan las contradicciones del capitalismo y entra en bancarrota la Segunda Internacional y con ella la concepción evolutiva, pacífica del desarrollo social a la vez que maduran objetivamente las condiciones para un salto revolucionario. En esas circunstancias no puede considerarse una coincidencia casual que Lenin se interese por la dialéctica como método de conocimiento del movimiento de lo real, particularmente de la sociedad y la historia.

Desde esta perspectiva se comprende también que concentre su atención en la dialéctica hegeliana, una de las fuentes del pensamiento de MarxLenin lee a Hegel en su obra más idealista y abstracta para esclarecerse a sí mismo los problemas del desarrollo dialéctica en un momento en que estallan las más agudas contradicciones y se convierte en una necesidad vital conocerlas, orientarse en el laberinto de ellas y encontrar su superación por la vía de la lucha revolucionaria. De este modo, la tarea de comprender la dialéctica como el método más adecuado de conocimiento del devenir real se convierte en una tarea teórico-práctica, impuesta por las exigencias de una compleja y tormentosa época de guerras, crisis y revoluciones. Y a ella se consagra Lenin en su retiro de Ginebra a través de la lectura cuidadosa de la oscura Lógica hegeliana que suscita sus notas densas y apretadas entre signos de admiración y también entre alguna que otra carcajada. Pero, en definitiva, la teorizacíón que alcanza en sus notas sobre Hegel su nivel más abstracto aparece determinada por la práctica, es decir, como tarea teórica necesaria para impulsarla en una época de agudas y violentas contradicciones.

La dialéctica del conocimiento

La dialéctica es el problema central en las notas de Lenin sobre la lógica hegeliana, pero tratado ante todo a un nivel gnoseológico y metodológico. Problemas como el de las relaciones entre el pensamiento y su objeto, la teoría del reflejo, la crítica del idealismo y el papel de la práctica en el proceso cognoscitivo, emparentan por su carácter gnoseológico los Cuadernos con su obra filosófica anterior, Materialismo y empiriocritícismo. Pero aquéllos, por las razones que veremos, distan mucho de ser un simple desenvolvimiento de esta última; en los Cuadernos no sólo hay un enriquecimiento de algunas tesis suyas sino también en otras, fundamentales, una verdadera rectificación. Asimismo, por lo que toca a la cuestión que nos interesa especialmente -la cuestión de la praxis—, Lenin supera la pobreza y unilateralidad de su planteamiento anterior. Y lo supera precisamente al concebir dialécticamente el proceso de conocimiento.

Veamos a grandes rasgos esa dialéctica como instrumento metodológico indispensable para poder captar la dialéctica de lo real.

Mientras que en su obra anterior la atención de Lenin se concentra en el materialismo, en losCuadernos se vuelca en la dialéctica. La clave de ella, su esencia, la encuentra en la “unidad de contrarios”; por esto dice que la dialéctica “puede ser definida como la doctrina de la unidad de los contrarios”. 16 Así concebida es la ley de toda realidad. De acuerdo con su carácter fundamental,Lenin da al antagonismo, a la lucha, un sentido absoluto, mientras que la unidad la considera relativa. “La unidad (coincidencia, identidad, equivalencia) de los contrarios es condicional, temporal, transitoria, relativa. La lucha de los contrarios mutuamente excluyentes es absoluta, como son absolutos el desarrollo y el movimiento.” 17 Esta perspectiva de lucha con su carácter absoluto imprime a la dialéctica su contenido revolucionario.

El conocimiento no puede escapar a esta perspectiva dialéctica impuesta por el movimiento de lo real, y el esfuerzo principal en la lectura leniniana tiende precisamente a aplicar la dialéctica a la esfera de conocimiento. La concepción dialéctica del proceso cognoscitivo obliga a Lenin a revisar sus ideas anteriores y, en particular, su teoría del reflejo al subrayar vigorosamente tres características del conocimiento: a) como proceso de desarrollo; b) como actividad del sujeto y c) como proceso que incluye a la práctica.

Cuando Lenin quiere subrayar lo que es esa dialéctica para Hegel extrae, entre otros, este pasaje suyo que “resume bastante bien… lo que es la dialéctica”: “El conocimiento se va desarrollando de contenido en contenido… El resultado contiene su propio comienzo y el desarrollo de este comienzo lo ha enriquecido con una nueva determinación.” 18

Lenin hace suya esta idea maestra de Hegel. Pensamiento y objeto se hallan en relación, pero esta tiene que verse no como una relación estática, inerte sino dinámica, como un proceso, en movimiento, eterno e infinito, porque de acuerdo con el carácter absoluto de la lucha de contrarios es eterna e infinita la contradicción entre el pensamiento y el objeto. “El conocimiento es la aproximación eterna, infinita, del pensamiento al objeto. El reflejo de la naturaleza en el pensamiento del hombre debe ser entendido no ‘en forma inerte’, no ‘en forma abstracta’, no carente de movimiento, NO CARENTE DE CONTRADICCIONES, sino en el eterno PROCESO del movimiento, en el surgimiento de las contradicciones y su solución.” 19

La idea del conocimiento como movimiento infinito, como proceso, estaba ya apuntada ciertamente en Materialismo y empiriocriticismo como aproximación de nuestros conocimientos a la verdad objetiva, pero es ahora cuando adquiere toda su plenitud. Esta idea la expresa Lenin en diferentes formas, a saber: movimiento de lo abstracto a lo concreto, de la percepción viva a la práctica pasando por el pensamiento abstracto, de la idea subjetiva a la verdad objetiva a través de la práctica, de la sensación al pensamiento, etcétera.

En este movimiento la esencia se muestra a diferentes niveles de profundidad. Lo que en un momento determinado se presenta como una esencia profunda deja paso, en otro, a otra más profunda. De este modo, en el proceso de conocimiento, esencia y fenómeno se relativizan. Lo que se mantiene es dicho proceso como paso incesante a una esencia cada vez más profunda. “El pensamiento humano se hace indefinidamente más profundo, de la apariencia a la esencia, de la esencia de primer grado, por decirlo así, a la esencia de segundo orden y así hasta el infinito… no sólo las apariencias son transitorias, móviles, fluidas, demarcadas sólo por límites convencionales, sino que también es así la esencia de las cosas.” 20

Pero el conocimiento no sólo se inscribe en un proceso de esencias sino que él mismo como reflejo es también un proceso; es decir, no sólo es dinámico sino activo. El conocimiento es actividad, lo que echa por tierra la idea del reflejo pasivo o reflejo en el espejo, de inspiración sensualista o empirista, que podía encontrarse todavía en Materialísmo y empiriocriticismo (recuérdese su idea del conocimiento como “calco”, “copia” o “imagen” del mundo exterior).

El conocimiento es una actividad, un proceso en el curso del cual se recurre a una serie de operaciones y procedimientos para transformar los datos iniciales (nivel empírico) en un sistema de conceptos (nivel teórico). Elevándose así de lo concreto a lo abstracto, constituye por ello mismo una actividad cognoscitiva creadora. Lenin señala a este respecto que se trata de una actividad necesaria justamente para poder aproximar el pensamiento al objeto, para reproducirlo intelectualmente. “El pensamiento al elevarse de lo concreto a lo abstracto no se aleja —si es correcto…— de la verdad, sino que se aproxima a ella.” 21 Es decir, la actividad del conocimiento como elevación de lo concreto a lo abstracto es condición indispensable para la reproducción intelectual del objeto.

Así, pues, el reflejo no es un acto simple e inmediato —al nivel de la sensación— sino un resultado que se alcanza en la fase del pensamiento abstracto, como producto de un proceso de transformación de lo inmediato en conceptos. “El conocimiento es el reflejo de la naturaleza por el hombre. Pero no es un reflejo simple, inmediato, total, sino el proceso de una serie de abstracciones, la formación y el desarrollo de los conceptos.” 22 Se trata, pues, de la construcción del objeto pero no en un sentido kantiano (para Kant no habría propiamente más objeto que ése) ni hegeliano (pues lo que se constituye es un objeto idea] y no real), pero ciertamente se trata de una actividad creadora: la producción de un objeto teórico.

Con lo anterior no hemos dicho aún lo más importante del planteamiento de Lenin, a saber: que esta actividad teórica, reflejo activo o reproducción conceptual del objeto que constituye propiamente el conocimiento se vincula necesariamente con la práctica. Llegamos así al problema medular del papel de la práctica en el conocimiento, lo que nos obliga a considerar primero lo queLenin entiende por práctica.