Por Atilio Boron
Comienza un año muy particular: se cumplen 60 años del triunfo de la Revolución Cubana. Para mí es una fecha muy especial y la conmemoración de esa gran victoria popular y la derrota del imperialismo norteamericano eclipsan cualquier otro tipo de consideración, sea personal, institucional o colectiva. Esa victoria convierte, en este caso, las salutaciones tradicionales de fin de año en una tontería. Con la Revolución Cubana Nuestra América salió de la prehistoria y comenzó a escribir su propia historia. La luz irradiada aquel 1° de Enero de 1959 llega potente y vibrante hasta nuestros días gracias al internacionalismo, la solidaridad y la porfiada y difícil construcción del socialismo aún bajo las peores condiciones posibles.
Si la historia lo absolvió a Fidel, como premonitoriamente lo había anunciado, la tenaz resistencia de la Revolución Cubana ante las agresiones del mayor imperio de la historia, del más poderoso ejército jamás conocido, convirtieron a esa isla heroica en un luminoso ejemplo para todo el mundo. Pese a sesenta años de agresiones y de un criminal bloqueo integral en su contra, ejemplo único en la historia universal, Cuba sigue siendo una fuente de inspiración para todos los que luchan contra la injusticia , la confirmación de que no estamos irremisiblemente condenados a ser colonias de un imperio que ha perpetrado las mayores atrocidades de las que se tenga noticia. Hiroshima y Nagasaki son crímenes sin parangón pese a lo cual ningún presidente estadounidense tuvo la entereza moral de asumir y, por lo menos, enviar una nota al pueblo japonés diciendo aunque sea una sola palabra: “perdón”. ¡Nada!
Contra esa monstruosa impunidad ha luchado Cuba, para honor de los pueblos de Nuestra América y para eterna deshonra de tantos malos gobiernos que optaron, y todavía optan, por arrastrarse ante el Goliat vencido que echar su suerte, como diría Martí, con el David valeroso e inteligente que de la mano de Fidel, del Che, de Raúl, de Camilo, de Haydé, de Vilma, de tantos y tantas revolucionarios y revolucionarias de Cuba, brindaron a la humanidad un ejemplo que, en este año que comienza brilla con renovada fuerza moral. Por eso esta breve recordación y este poco convencional mensaje de fin de año, y una invitación para ver este corto video de Fidel con sabias palabras dichas cuando, desintegrada la Unión Soviética, la isla rebelde quedó sola frente al imperio, y salió airosa de tan crucial desafío.
Feliz Año Nuevo, ni un paso atrás en nuestras luchas y … ¡Hasta la victoria siempre!
FUENTE: Blog Atilio Boron
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