sábado, 2 de maio de 2015

“¿Posmarxismo? Crisis, recomposición o liquidación del marxismo en la obra de Ernesto Laclau”

Por Atilio A. Boron


Introducción

La crisis teórica en la sociología y la ciencia política, expresión del colapso de los paradigmas que organizaron las actividades de esas disciplinas desde los años de la posguerra, ha abierto un vacío que se ha convertido en el campo de batalla de un conjunto de nuevas teorizaciones y enfoques epistemológicos. Pero el trono que dejaran vacante la fugaz supremacía del “estructural funcionalismo” en la sociología y el rápido agotamiento de la así llamada “revolución conductista” en la ciencia política se encuentra aún a la espera de su sucesor. Los pretendientes que pugnan por la sucesión han sido hasta ahora incapaces de conquistar el reino, aún cuando algunos de ellos, como la escuela de la “elección racional” han expandido notablemente su esfera de influencia y penetrado con fuerza en las ciudadelas teóricas de sus adversarios. No obstante, las insanables debilidades teóricas y epistemológicas de este enfoque permiten pronosticar que su futuro en una disciplina tan antigua como la filosofía política no habrá de ser brillante y con toda seguridad será breve.

Uno de los candidatos que aspira a ocupar el trono vacante, no el más fuerte pero aún así de cierto peso, es el “posmarxismo”. Las significativas transformaciones experimentadas por las sociedades capitalistas desde los años setenta unidas a la desintegración de la Unión Soviética y las “democracias populares” de Europa Oriental proyectaron al primer plano, por enésima vez, el tema de la crisis del marxismo y la urgencia de su radical e irreversible superación. Una de las expresiones más ambiciosas en este sentido es precisamente el “posmarxismo”, concebido como un gran esfuerzo de síntesis entre ciertos aspectos del legado de la obra de Karl Marx, interpretados con total liberalidad, y algunas contribuciones teóricas producidas al amparo de tradiciones intelectuales irreconciliables con el socialismo marxista. Tal como pretendemos demostrar en este capítulo, el resultado final de tal empresa es una fórmula teóricamente ecléctica y políticamente conservadora.

La obra de Ernesto Laclau y Chantal Mouffe constituye una de las más importantes contribuciones al desarrollo del pensamiento “posmarxista”. Según la opinión vertida por ambos autores en el “Prefacio” a la edición española de Hegemonía y estrategia socialista. Hacia una radicalizacion de la democracia, las tesis desarrolladas en ese libro –originalmente publicado en Londres en 1985– han “estado desde entonces en el centro de un conjunto de debates, a la vez teóricos y políticos, que tienen lugar actualmente en el mundo anglosajón” (1987 [b]: p. vii [en adelante, HES]). Sin desmerecer la importancia de las reflexiones allí contenidas nos parece que esta afirmación es un tanto exagerada, producto tal vez de eso que Gramsci acertadamente llamara “la visión del campanario” y que sólo permite percibir los límites pequeños de la aldea ignorando lo que ocurre fuera de sus murallas. Más cercano a la verdad sería afirmar que dichas tesis causaron una cierta agitación que todavía palpita, si bien débilmente, en algunos círculos académicos latinoamericanos –especialmente en Argentina, Chile y México– y en menor medida en el Reino Unido. Sin embargo, en el corazón del mundo anglosajón al cual se refieren Laclau y Mouffe, Estados Unidos –para no hablar de Europa continental y buena parte del resto de América Latina, África y Asia– tales tesis han pasado prácticamente desapercibidas. En el terreno de los partidos y movimientos sociales es imposible dejar de advertir que en relación a los debates políticos y prácticos del Foro de São Paulo o el Congreso Nacional Africano, el partido liderado por Nelson Mandela en Sudáfrica –para usar algunos de los ejemplos mencionados en la obra de Laclau y Mouffe– la incidencia práctica de las propuestas del “posmarxismo” no ha sido más gravitante que las que les pudo haber cabido a las teorizaciones de Wittgenstein, Derrida o Lacan. En este sentido, tampoco sería razonable suponer que la reciente –y deplorable– “actualización” doctrinaria producida por el Partido Laborista de Gran Bretaña, o la creación en Italia del Partido Democrático de Izquierda por parte de los “emigrados” del antiguo pci, guarden demasiado parentesco, pese a su evidente afinidad ideológica, con la minuciosa “deconstrucción” del marxismo llevada a cabo en HES y en los textos posteriores de Laclau y Mouffe (Laclau, 1993).

TEXTO COMPLETO: Posmarxismo- Borón

Este capítulo fue publicado en 1996 con el título “¿Posmarxismo? Crisis, recomposición o liquidación del marxismo en la obra de Ernesto Laclau”, en: Revista Méxicana de Sociología, México. vol. 58, núm. 1, enero-marzo


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